Hay cierta posibilidad...
Hay cierta posibilidad; de que todo lo que tuve, fuese todo lo que iba a tener
Hay cierta posibilidad...
Hay cierta posibilidad; de que todo lo que iba a tener se fuera con tu mirada...
Así que, avísame cuando oigas mi corazón detenerse
Tú eres el único que lo sabe
Lykke li- Possibility
No odiaba los hospitales pero tampoco les tenía aprecio. Los considero por un largo tiempo y hasta ese día el último recurso al cual recurrir si se sentía mal.
Es más; era prácticamente arrastrado de ser necesario. Pero ahí estaba, sentado en una incómoda silla mientras esperaba a ser llamado a consulta.
Había mucha gente, niños llorando, ancianos cansados, mujeres y donceles embarazados. Alguna que otra persona con una escayola o en sillas de ruedas, otros tantos tosiendo obviamente resfriados y las personas que como él; esperaban más que hastiados de todo a su alrededor.
Pero después de semanas de continuos mareos y vómitos el chico que se encontraba plácidamente a su lado leyendo un libro de pedagogía le arrastro sin consideración a ese pequeño infierno. Apoyo ambos codos en sus muslos mientras que con sus manos cubría su rostro, quería que ya lo llamaran o marcharse, cualquiera de las dos cosas pero salir ya de ahí.
- ¿Y si nos vamos Kuroko?-
- ¿Y si te callas Furihata-kun?- acompañado de un suspiro el peli celeste le contesto aun con la mirada en el libro que tenia entre sus manos -Solo aguanta un poco más, de verdad estamos preocupados por ti, hasta Taiga te ha hecho desayunos saludables solo para ver que no fuera esa mala alimentación que llevas y no ha funcionado... es algo... mas-
Asi pasaron lo que creyó eternidades cuando por fin una enfermera le llamo por su nombre. Kuroko guardo el libro en la mochila que llevaba, haciéndole avanzar casi a la fuerza notando como la enfermera sonreía discretamente por su obvia repulsión al médico. Sí que es que discreto se puede llamar a esa sonrisa boba que llevaba la mujer en el rostro.
Llegaron a un pequeño consultorio, el aroma a limpio del lugar llenaba sus fosas nasales, haciéndole sentir un ligero escozor en la boca del estómago. Ambos saludaron al médico cortésmente mientras se sentaban en otras incomodas sillas frente al escritorio del hombre en bata blanca.
ESTÁS LEYENDO
¿POR QUE?
Acak¿Porque? La pregunta que siempre ronda en su cabeza pero a la cual no ha podido dar respuesta ni una sola vez. El ¿Porque? Del amor, el ¿Porque? del dolor, el ¿Porque? De sus decisiones ya sean buenas o malas. ¿Es instinto? ¿Lo que su corazón dicta...