Entiende.

4.7K 240 1.2K
                                    

Ouma corrió a su habitación después del love hotel. Cerró de un portazo su puerta y gritó con todas sus fuerzas.

Ouma: ¡No puedo creer que sea tan estúpido! Geez... Seguramente se divirtió más con Akamatsu-chan... Tanto que hice hasta lastimar mi mano para obtener su atención, seguramente soy muy aburrido para él...

Ouma se acostó en su cama tratando de no llorar ya que eso no era de un líder malvado, menos sabiendo que esas lágrimas no eran mentira.


Toc toc.

Ouma miró la puerta extrañado, suspiró para levantarse y abrirla, para su verdadera sorpresa estaba Saihara respirando rápido, realmente lo había perseguido hasta su habitación... En realidad eso le sorprendió al dictador.

Ouma: ¿Oh? ¿Saihara-chan? Pensé que seguirias en el hotel.

Saihara: Sólo... Quisiera saber, ¿por qué huiste? Y más... ¡¿Por qué me empujaste a la cama?!

Ouma: Zzzz...

Saihara: ¡No finjas dormir ahora!

Ouma: Bien, entra y te digo.

Saihara sin nada de confianza pero algo de curiosidad entró a la habitación.

Saihara: Ahora dime.

Ouma: ¿Por qué debería de hacerlo? —Dijo cerrando la puerta.—

Saihara: Ouma-kun, no juegues que estoy muy cansado.

Ouma: Lo hice porque quería que fueras mi detective.—Dijo seriamente. —

Saihara: No entiendo tu fantasía, aunque me parece raro que sea la única donde también soy detective.

Ouma: ...

Saihara: ¿Ouma-kun...?

Ouma: ¡¡EN SERIO ERES ESTÚPIDO!!

Saihara: ¿U-uh? —Siempre había visto a Ouma haciendo coraje pero esta vez sentía algo... Algo estaba mal, el ambiente se ponía pesado.—

Ouma: Todo lo que hice para nada, qué aburrido, solamente quería pasar todo esto junto a ti.

Saihara: ¿Otra vez mintiendo?

Ouma: ...—Se acercó demasiado a Saihara, este retrocedió y nuevamente Ouma lo empujó a la cama.—

Saihara: ¡O-ouma-kun, no estoy para mentiras!

Ouma: Oh, no. Esta vez seré lo más honesto posible, seré lo que tanto oculté todo este tiempo.

Saihara: ¿Q-

No pudo decir algo más ya que Ouma lo besó repentinamente, la cabeza de Saihara daba vueltas que cuando se dio cuenta tenía las manos amarradas con el pañuelo de cuadros del dictador.

Saihara: ¡¿Q-qué haces?!


Ouma: Hmmm, ¿qué crees que hago?—Dijo con cara burlona mientras desabotonada la primera prenda de Saihara. —

¡Entiende!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora