"Almas perdidas"

"Un Repentino Adiós"

Una lágrima llena de dolor caía del rostro de mi madre, pensé que sería la única lágrima que vería caer de ese rostro tan fuerte y alegre; pero eso fue sólo el principio de años de intensa tristeza, depresión incontrolable y soledad.

Mamá y papá desde que tengo memoria, siempre habían sido la pareja más unida que conozco, llenos de amor y dulzura.

La forma en la que se miraban el uno al otro demostraba todo el amor que le puedes tener a una persona con sólo tocarla.

Ellos se conocieron por accidente el día que Rob mi papa se iba a casar, antes de la boda él iba manejando, estaba nervioso y casi atropellaba a Sarah mi madre,"Desde el momento en que la vi, supe que al casarme con la otra mujer cometería el peor error de mi vida".

"La vida esta llena de momentos como este y si lo hubiera dejado pasar no tendría a mi pequeña Camila".

Mi hogar siempre fue cálido, lleno de amor, nunca me faltó absolutamente nada hasta el día en que nuestra vida cambió.

Rob estudió veterinaria porque tenía cierta fijación con las aves y tenía un consultorio en la parte trasera de la casa, yo amaba estar con él, siempre estaba lleno de vida, amaba su trabajo y a nosotras sus dos mujeres que consentía tanto.

Papá la mayoría de los días cocinaba, pues también era una de sus pasiones y su sazón era excelente, él le llevaba un detalle nuevo cada día a mi mamá pues era un hombre romántico de esos que ya casi no existen, pero en lo personal yo pienso que esas cosas, como ese tipo de detalles nacen de la persona y nacen porque amas a tu pareja.

Fue un soleado día en el que Sarah esperaba a Rob en la cocina, ella iba a decirle una gran noticia.

Le extrañó que él se tardara tanto, fue a buscarlo a su consultorio, solo vio un pequeño tumulto de gente, en cuanto se acercó vio que no era normal Rob estaba tirado en el piso mientras la gente trataba de ayudarlo....mi papá murió de un infarto esa misma tarde, su muerte fue inmediata e inesperada.

La verdad recuerdo su muerte como una especie de sueño, un sueño que se convirtió en realidad; mientras jugaba a las muñecas escuche que mi madre me gritaba desesperadamente, salí corriendo y la encontré llorando ella se quedó perpleja, yo sólo veía a la gente en cámara lenta y no entendía que sucedía hasta que vi a Rob en el piso; mamá no podía creerlo el amor de su vida, él único amor de su vida había muerto y sin decir adiós, sin avisar, sin un último beso.

A veces la vida te toma por sorpresa. La noticia que Sarah le tenía preparada a Rob era que había conseguido un crédito para poner un restaurante pues como lo mencioné antes él amaba cocinar.

El local estaba listo, listo para usarse y convertirse en un gran negocio, pero tan sólo se convirtió en un lugar que mi mamá odiaría por recordarle la muerte de papá. La vida de mi mamá cambió tan sólo en dos segundos, todo lo que ella conoció y vivió junto a mi padre había terminado, no había vuelta atrás.

Sintiendo un hueco enorme en su corazón ella sacó fuerzas no sé de dónde para seguir con nuestras vidas, se encargó del consultorio de Rob y empezó a tomar clases de cocina.

El local quedó abandonado, ella ni siquiera quería pasar por la calle en la que se encontraba. Su mente estaba llena de tantos recuerdos y mínimo eso le quedaba, esos bellos recuerdos; Rob se había convertido en su vida entera, pero ella tenía que recordar que ella también tenía una vida y una hija que criar y así lo hizo, muy fácilmente pudo haberse tirado a la depresión y no salir nunca de ahí, pero todo lo que soy se lo debo a mamá, nunca fue fácil pero tampoco imposible.

A pesar de seguir adelante Sarah me decía todos los días cuanto extrañaba a su amado Robbie, él siempre estaba en su mente y en su corazón presente como una bendición.