Amor Youkai

Cap 1: La verdad

Habían pasado dos semanas desde la pelea contra Diodora Astaroth para salvar a Asia. Ahora mismo Hyodou Issei se estaba despertando a mitad de la noche por la sensación de su garganta seca.

Siendo que la sensación era molesta salió de la cama sin notar nada extraño, una vez que bajó a la cocina y tomara un vaso con agua se propuso a volver a su cama siendo que eran las tres de la mañana y en unas horas tendría que ir a clases.

Pero cuando iba subiendo las escaleras comenzó a escuchar unos sonidos que no notó antes de bajar a por agua.

Antes de ir a ver que eran esos sonidos abrió la puerta de su cuarto y no vio a ninguna de las chicas durmiendo cosa que le parecio extraño eso y se pregunta que tan dormido estaba para no darse cuenta cuando se despertó.

Como quedarse ahí no iba a resolver sus dudas decidió ir a ver que era ese sonido que le ganaba demasiado la curiosidad, caminó pasando unas puertas hasta llegar a una que estaba semi abierta dejando que un hilo de luz del interior ilumine el pasillo.

Mediante Issei se iba acercando más y más, más lento caminaba hacia la fuente por los sonidos que escuchaba y por el olor que estaba sintiendo, obviamente el castaño se ponía nervioso no solo por eso si no que también es porque ese cuarto era de dos de las chicas de su harem.

Issei ya estando frente a la puerta y con las manos temblando la abrió un poco más para que no lo noten pero lo suficiente para ver con claridad que sucedía dentro. Y lo que vio le destrozó todo el corazón.

Dentro había un colchón bien grande en el suelo y encina de este se encontraban tres personas, dos mujeres y un hombre.

Lo que escuchaba y veía el castaño eran los gemidos de ambas chicas gracias al chico que las estaba reclamando como suyas una y otra vez con su miembro y que a juzgar por el olor, el calor y el sudor que tienen los tres es obvio que llevan teniendo sexo por un largo rato.

A quién veía el castaño ya con lagrimas en los ojos y con un nudo en la garganta era a Xenovia y Asia teniendo sexo con alguien que nunca pensó que sería capaz de hacerlo, y ese alguien era su amigo Saji quien tenía una gran sonrisa al escuchar los gemidos de ambas.

El rubio estaba penetrando a la rubia quien gemía con gran placer en cuatro patas, mientras que la peliazul estaba besándolo mientras él le masajeaba uno de sus pechos por unos segundos porque llegó a su límite y tiró toda su carga dentro del vientre de la rubia quien gimió con la lengua afuera para luego caer cansada siendo besada con la lengua por el rubio quien luego comenzó a follar de manera salvaje a Xenovia quien ya no aguantaba más y al sentirlo dentro de ella esbozó una gran sonrisa mientras lo abrazaba y sentí como este jugaba con ambos pezones con su boca y mano.

Ninguno de los tres notó a Issei cerrar la puerta en silencio y como si lo ayudara alguna entidad desconocida, cuando cerró la puerta la peliazul había dado un grito ahogando el sonido de la puerta que se cerró por completo.

Ver eso había destruido a Issei quien cayó al suelo y se apoyó en la pared mientras no sabía que pensar y solo derramar lagrimas al ver como las chicas que quería se entregaban al que consideraba un amigo y rival.

Pero en eso recuerda una cosa.

Si ninguna de las chicas estaba en su cama y Asia y Xenovia estaban teniendo sexo en sus propiaa habitaciones entonces... ¿Las demás también lo estaban haciendo?

Esa pregunta lo lleno de miedo haciendo que sacuda la cabeza para quitar ese pensamiento, él creía en ellas, él creía en sus promesas de amor que le daban una y otra vez.

Por lo que se levantó y a pesar de que escuchaba como todavía gemían las chicas y le decían como lo amaban al rubio comenzó a caminar hasta que llegó al cuarto de koneko, su tierna gatita como le empezaba a considerar.