Amor Youkai

Epílogo

Originalmente no iba hacer un epílogo, pero por leer sus comentarios me dieron ganas de hacerlo. Entonces, disfrútenlo porque no habrá otro capítulo, oficialmente, este será el final de este hermoso fanfic T-T

Que lo disfruten y gracias por apoyarme tanto tiempo.

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La nieve cubría Kyoto volviéndolo una tierra de ensueño y de frío. Varios youkais jugaban con la nieve, algunos se quedaban dentro de sus casas buscando el calor y otros pocos admiraban como los copos de nieve caían lentamente.

"Issei-sama"

Una sirvienta con una cola de zorro llamó a su señor quien había estado por casi una hora viendo la nieve caer.

Issei: ¿Qué pasa Koyuki? – le preguntó sin quitar la mirada del cielo.

Koyuki: Riser Phoenix solicita verlo en la entrada del templo.

De golpe, toda la tranquilidad que circulaba por su mente se agitó en cuanto escuchó quien lo buscaba.

Issei: Entiendo, iré de inmediato – le decía poniéndose de pie.

Al darse vuelta, la youkai zorro se sonrojó levemente, se hizo a un lado para dejarlo pasar y que le quedó viendo la espalda con el rostro colorado y el corazón bombeando a mil por hora.

Koyuki: Yasaka-sama de verdad es afortunada – dijo con envidia por tener a tan apuesto hombre todas las noches.

En la entrada de un templo del mundo humano se encontraba Riser con un traje, como sí el frío que envolvía la ciudad no existiera.

Issei: ¿Qué quieres Riser?

Mientras esperaba escucha al castaño aparecer de la nada, algo que esperaba.

Riser: Vengo a invitarte a la celebración de mi boda.

Issei: ¿Celebración? ¿Te casaste con alguien?

Riser: Ayer, con Asia y Xenovia.

Issei: Olvídalo, no pienso ir – dijo dándose vuelta.

Riser: ¡Espera! Entiendo que no te agrade por lo que hice, pero ¿no crees que ya es tiempo de dejarlo de lado?

Issei: Riser, no las odio – decía dándose vuelta para verlo – Solo que no me interesa lo que hagan con sus vidas, estoy disfrutando de la nieve caer, por favor no me arruines el día.

Riser: De acuerdo, si cambias de opinión puedes ir si lo deseas, la celebración es mañana en mi casa – dijo por último antes de desaparecer.

El castaño no le tomó importancia a la invitación, de hecho, rápidamente descartó la conversación con el rubio de su mente al volver al castillo. En cuanto ingresó de nuevo al mundo de los youkai una sonrisa adornó su rostro.

Sin detener sus pasos siguió delante hasta detenerse, tomar entre sus brazos y reclamar los labios de la emperatriz.

Yasaka: ¿Qué quería?

Issei: Nada, no tiene importancia.

Yasaka: Koneko-san tiene una sorpresa para ti, no le hagas saber de esto en este día – decía dándole pequeños besos antes de retirarse, no sin antes pasarle sus colas por su cara y recibir una nalgada inesperadamente.

Al final terminó por irse mientras lo miraba de una forma seductora y con un gran deseo haciéndolo negar con la cabeza. Yasaka de verdad tenía un alto deseo sexual.

Las horas pasaron, la luz se desvaneció pronto permitiéndole a la luz de los faroles iluminar la ciudad junto a la celebración de los youkai por las calles o en sus casas como si la nieve y el frío no los molestara.