1. "Esto es Nueva Mema..."

1K 35 5
                                    

NOTA: Los shots están organizados en una línea cronológica concreta, totalmente inventada por mí. También habrá una trama que irá evolucionando conforme los capítulos, pero preferí dejarlo en "One-Shots" porque tampoco se puede considerar una novela (fanfic) ordinaria.

Capítulo orientado unas horas después del nacimiento de la primera hija Hiccstrid.

---------------------------------------------------

NARRADOR

El silencio reinaba en las calles de la nueva aldea, al igual que el sueño en la mayoría de las cabañas que habían sido construidos con el tiempo para todas las familias. Una de las excepciones eran los jóvenes jefes, quienes acababan de pasar a una nueva etapa.

En la cabaña, una rubia se encontraba reposando en la cama con una criaturita en sus manos, mientras que su marido se ocupaba de buscar algunas mantas para que su amada no pierda calor.

—Aquí tienes—dijo Hipo al llegar con algunas mantas para luego envolver al bebé que Astrid sostenía y tapar con los restantes a su esposa—. ¿Te encuentras mejor?

—Sí, amor. Esto es algo... maravilloso—suspiró la mujer sin despegar sus ojos de la niña.

El jefe se acercó a su familia y observó a la pequeña. Sin duda tenía aquellos ojos resplandecientes que tanto amaba de su madre, aunque con un tono más intenso simulando pequeños trozos de zafiro.

De repente se escuchó un golpe en la ventana, provocado por una rama que arrastrada por el curso del viento terminó chocando contra el cristal. La pequeña heredera echó a llorar por el susto, mientras que sus padres, alarmados, intentaban tranquilizarla. 

Era otoño, justamente una época tormentosa cuando la criatura decidió salir a la luz del día. Aquella semana fuertes ventiscas del oeste habían maltratado al aldea bloqueando muchos caminos, motivo por el cual Gothi no pudo asistir al parto de Astrid. Todo aquello, en cierta parte, le parecía alucinante a Hipo. Su madre le había contado mucho acerca niños en los últimos meses del embarazo para prepararle, y una de las cosas que el castaño recordó en ese momento era que el momento de nacimiento de una persona podía indicar su fuerza espiritual y su manera de enfrentarse a los problemas.

—Al parecer la pequeña trajo consigo el viento del oeste —dijo el ojiverde dirigiendo su mirada hacia la ventana, donde pudo ver todo el desorden generado en las calles por la tempesta—. Si ahora ya es así de destructiva, no sé qué haremos con ella cuando crezca—bromeó, haciendo reír a su mujer

—Es nuestra pequeña tormenta—comentó la rubia, aunque sus palabras tomaron un sentido doble para su marido, quien instintivamente recordó a la dragona de la ojiazul, Tormenta—Y, ¿qué nombre le ponemos?

—¿Qué te parece Zephyr?—preguntó él, pensando en el temporal que pasaba por la zona.

—Es bonito. Gohti te habló sobre lo de los nombres, ¿no?—intuyó Astrid, pues últimamente Hipo se pasaba mucho tiempo en la cabaña de la curandera.

—Sí. Significa "viento del oeste", justo como lo que está pasando ahora por Nueva Mema.

—¿Desde cuándo eres tan supersticioso?—preguntó Astrid, pues su marido nunca se interesó por ese tipo de cosas.

—Bueno, creo que no está mal tener algo en qué creer—se encogió de hombros.

—Tienes razón, lo necesitamos. Creo que es un nombre perfecto—dijo la rubia con una sonrisa cansada, pero aún así reflejando mucho amor.

—Te amo—soltó el castaño con la mirada fijada en Astrid, aunque luego al bajar su mirada se rectificó— Os amo. 

La ojiazul mayor sonrió y suspiró. Independientemente de la felicidad que irradiaba de ella, estaba muy cansada con dolores muy agudos por todas partes de su cuerpo, pero aun así no parecía estar dispuesta a soltar a su primogénita. 

One-Shots: HERMANOS HADDOCKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora