¡Holaa! Perdón por haber tardado tanto pero... Nah, ni siquiera yo sé que me pasó. Pero aquí estoy con otro one-shot donde por fin ya sale el pequeño Nuffink. Espero que os guste.
Shot orientado a los 3 años de Zephyr, unos meses después del nacimiento de Nuffink.
NARRADOR
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Era una época aburrida, especialmente para la pequeña Zephyr. Desde que su familia fue invadido por un nuevo miembro, sus padres ya no le hacían mucho caso. Ese pequeño rubio le quitaba toda la diversión, pues todo el mundo iba a su alrededor. Su madre, esas pocas veces que no estaba cuidando al bebé o con Helga Ingerman —la madre de Patapez— tomando clases de cocina, ya estaba demasiado cansada para jugar con ella. Su padre, en cambio, se iba temprano y no le veía casi todo el día. Cuando volvía, ayudaba a Astrid en lo que podía y si sobraba tiempo entonces le contaba sus anécdotas de la época de los dragones. Aún así, Hipo era el que más tiempo pasaba con la pequeña, pues a veces se la llevaba al Gran Salón para que aprenda algo sobre políticas sociales.
Ese era el caso aquel día también. Zephyr miraba aburrida la conversación entre su progenitor y Baboso, el padre de Mocoso. Con su cabeza apoyada en la palma de su mano derecha, se dedicó a observar a sus alrededores. La única vista eran vikingos conversando, peleando o emborrachándose disfrutando la compañía que los envolvía. Lentamente, mientras soltaba un bostezo, giró su cabeza hacia la derecha y su vista se topó con la cabeza de dos muchachos, una con una cabellera negra y otra con una rubia oscura.
Una sonrisa apareció en el rostro de la pequeña a la vez que sus ojos se iluminaban de felicidad. Se acercó a su padre y lo jaló del brazo.
—No es el mejor momento, pequeña. ¿Qué quieres?—preguntó el mayor cariñosamente, aunque a la vez nervioso por su discusión con el vikingo.
—¿Puedo ir a jugar?—preguntó intentando poner la expresión más tierna posible, llena de inocencia.
—Claro, pequeña—accedió enternecido—. Pero quédate cerca, no salgas del Gran Salón.
Zephyr asintió emocionada y se marchó de ese lugar lo más rápido que pudo. Al acercarse a los chicos, observó detenidamente sus acciones. El rubio, que era más o menos de su edad, estaba jugando con unos peluches de dragones, mientras que el otro que era más pequeño intentaba correr sin caerse, algo que al parecer le era un trabajo costoso de conseguir.
—Hola—se acercó a ellos haciéndose la tímida.
El rubio, sorprendido por la voz femenina, abrió los ojos como platos y miró a la "desconocida" mientras agarraba al bebé pelinegro para que se sentara a su lado. La comenzó a observar detenidamente. Cabello castaño claro con un tono rojizo trenzado en dos, ojos azules intensos como el de la gran guerrera del archipiélago y actual jefa de Mema, y unas pequeñas pecas alrededor de su nariz apenas notables. Sin duda reconocía aquellos rasgos, no se trataba de nadie más que la hija del mismísimo Hipo Horrendo Abadejo III, jefe de la aldea. Sus padres le habían enseñado tener un gran respeto por aquella família, así que decidió bajar su cabeza apenado y evitar el contacto visual.
Mientras tanto, la ojiazul también examinó al infante. Su cabello alborotado mostraba dos tonalidades distintas; se podían distinguir mechas rubias y otras castañas, pero en imagen general su pelo daba un aspecto de ser rubio oscuro. La pequeña bajó su mirada a los ojos, y se encontró un poco incómoda al no saber a cuál mirar, pues uno de ellos era de color verde mientras que el otro era un azul grisáceo. Era un niño único, eso había que admitirlo. Zephyr nunca antes vio a nadie que poseyera dos tonos distintos tanto en el pelo como en los iris.
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One-Shots: HERMANOS HADDOCK
Fanfiction[ONE-SHOTS sobre lo que podría haber pasado después de CEATD 3] Hipo y Astrid se embarcan en una aventura de la que ya no hay vuelta atrás: la aventura de tener hijos. Estos One-Shots cuentan como vivirá la familia Abadejo de ahora en adelante, y la...