'Define Amor'

~6

La mañana siguiente me despierto antes de que suene la alarma. Desayuno lo mismo de siempre y tranquilamente me arreglo para ir a trabajar.
Allí, me espera el jefe con una sonrisa en su cara. Su anillo de comprimo sigue sin estar en su dedo.
-Felicitaciones. Te marchas a España la semana que viene.- Suelta de repente.
Me sorprendo y me siento en una silla.
-¿Porqué?-Pregunto levantado una ceja. Nunca fui la trabajadora del mes, tampoco agrado a mucha gente como para que me regalen un viaje.
-Una agencia te ha contratado. Son dos hermanos. Pero la agencia es solo de uno de ellos, Adam. Han decidido contratar a la mejor. Y esa eres tú. Además así podrás poner en práctica el español que aprendiste en la universidad.- Genial. Pienso. Mientras arreglo todo el jaleo con el papeleo veo como Owen se acerca hacía mí, con la corbata mal hecha. Una chica, a la que no conozco, se acerca a él y tras compartir algunas palabras le arregla la corbata. Él con una sonrisa tímida se lo agradece.
Cuando llega a mi altura puedo oler su perfume, que seguramente haya comprado para esta ocasión.
-Bueno, compañera. No se si el jefe te lo ha dicho, pero me voy contigo a España.- Coge dos tazas de café que trae un joven y las deja sobre la pequeña mesa donde están las hojas acerca de la agencia. Cogo una de ellas y mientras me bebo el cafe, empezamos a hablar acerca de la agencia y de sus jefes.
-Adam es un chico de 26 años, al igual que su hermano, al que nadie conoce ya que le dan igual los negocios. La empresa es un regalo de uno de sus tíos.

Genial. Pienso. Tras terminar el turno, Owen y yo salimos juntos del del edificio. Me acompaña hasta el aparcamiento. Me doy cuenta que no ha venido en coche y le pregunto si quiere que le lleve a su casa. 

Unos minutos mas tarde estamos en el barrio mas pobre del pueblo. Veo como mira incomodamente hacia una de las casas, donde una pequeña niña esta parada delante de la puerta. Es la niña de la ultima vez.

-¿Es tu hermana?-Le pregunto para romper el silencio. Unos segundos mas tarde, ella se acerca y lo abraza por la cintura.

-No, es mi hija.- Y tras eso, cogidos de la mano, se adentran en el pequeño hogar. 

Llego a mi pequeño hogar y decido llamar a mi madre y contarle que iré a España.
Media hora más tarde, estoy mirando precios y curiosidades acerca del país y de la agencia a la que estaré transferida. Entonces me fijo, que el jefe es un chico muy guapo, pero según internet, tiene una relación con una modelo de ese país.

***
Pasa la semana y estoy en el aeropuerto esperando a que nos embarquemos. Owen está despidiendose de la pequeña niña que me mira con cara de pocos amigos. Con ella esta, la que supongo que es su abuela. Una mujer de cincuenta años.
En el avión nos sentamos uno al lado del otro y debido al estrés ambos nos sumergimos en nuestro propio mundo.