El tormento de ser prisionero

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Norman recibió el disparo justo en el hombro. Fue un movimiento involuntario el que salvó su cabeza. Se tiró al suelo y haló al muchacho consigo. Damián se hallaba desesperado y asustado peor con rapidez gateó por el suelo en busca de alcohol para limpiar la herida. La puerta principal estalló y las astillas volaron por todos lados. Se hallaba aturdido por la explosión, pero no por eso dejó de seguir su propósito, en busca de ayudar a su extraño amigo. Una mujer lo tomó por la camisa y lo lanzó contra la pared. El golpe dolió pero no supuso algo grande para él. Fingió su inconsciencia. Su agresora cambió de objetivo, al parecer no había refuerzos. Solo ella y el francotirador, que estaba seguro se hallaba muy lejos de su posición. Se arrastró a sí mismo con esmero para lograr llegar a la tabla floja que tenía en su cocina; era totalmente consciente de que corría peligro, pero la runa que poseía era poderosa, sin duda. No debía caer en malas manos.

Llegó a la locación que deseaba, alzó la madera para meter así la piedra. Decidió intentar algo. Cuando la había tomado en el palacio ésta cambió de forma. Cerró los ojos y pensó en la tierra, recién cubierta por un suave rocío, pensó en el olor que tendría, e incluso imaginó el día y el lugar de donde se había sacado. Al parpadear esa tierra húmeda se hallaba en sus manos, la dejó caer al interior del suelo y puso la tabla en su lugar. Comenzó a ir hacia donde estaba su compañero herido, él ya no se hallaba ahí.

Dos hombres con la cara cubierta entraron y se lo llevaron con una bolsa en la cabeza, además de atado por manos y pies. Estaba a ciegas, ni un ruido además de los automóviles y las pisadas de sus captores. Forcejeó tratando de soltarse, era inútil. Solo recibió un golpe que le sacó el aire completamente. Lo llevaron en un automóvil, que para él no tenía destino o dirección, así sentía la vida desde hacía ya tiempo. Las emociones están presentes en todos, pero en algunos solo ciertas predominan. ¿Qué era el amor entonces? Tenía claro que no era enamorarse de alguien, para después centrifugar sus emociones para que nazcan hacia otra persona. Pero aún más importante que ese sentimiento ¿Qué es el miedo? Se preguntó. Es el común denominador en todos.

Las mismas manos fornidas lo bajaron y lo lanzaron contra el suelo duro de algún hediondo lugar.

-Ahí tienes, es una navaja, con ella puedes desatarte, si después de eso quieres suicidarte la verdad no me importa. -Escuchó, seguido de un ruido metálico. Se guio por el sonido y la tomó. Se desató y quitó el obstáculo para su vista. Se hallaba en una celda, pero contaba con algunas comodidades que la diferenciaban de las de una cárcel. Tenía una cama individual, un lavabo y una pequeña repisa con libros, además, un baño en una habitación aparte que descubrió luego de abrir la puerta de madera.

-A mí me importa que no te suicides.

Se dio la vuelta y vio a una mujer de rasgos delicados y largas pestañas. Era pequeña pero no por eso dejaba de inspirarle temor. Ella estaba afuera de su prisión. Ella abrió la puerta como si el preso pudiera entrar y salir a voluntad.

-Debes saber que te están manipulando, Damián.

-¿Por qué estoy aquí?

-Debemos protegerte de aquellos que dicen ser tus amigos. Nosotros somos católicos pero ahora mismo no estamos "afiliados" a la iglesia, a pesar de que tú nunca tendrás cabida en nuestra fe no podemos dejar que ayudes a obtener la runas.

-¡Son ustedes los que me dispararon y que casi matan a mi compañero!

-De hecho la intención era matarlo pero debes saber que ahora es nuestro prisionero, está sedado pues no queremos que cause problemas con aquellos poderes blasfemos.

-¿De qué están hablando al referirse a blasfemos?

-Sé que es descortés contestar con otra pregunta pero ¿crees que es normal poder saltar entre el tiempo? Si es que eso hace, ni siquiera sabemos si son viajes entre épocas o entre dimensiones. Pero es un peligro para ti, es alguien vinculado a personas no bienvenidas en nuestra fe, a pesar de que la profesen. ¡Ojalá reciban el castigo divino!

-¿Para quién trabaja Norman?

-¿De verdad no lo sabes? Es casi risible tu ignorancia. ¡Me deja en duda la razón por la cual no lo hizo! Él siempre se mostró orgulloso de su gobernante.

-Él siempre se refiere como "su superior"

-Es lamentable la hipocresía de las personas ¿no crees?

-Ya lo creo, señorita.

Pisó el pie de la mujer por encima de la zapatilla y con la navaja destinada a librar su cautiverio cortó el cuello de la mujer, ella gritó, pero fue una nota muy baja, casi inaudible. En medio de los lamentos alcanzó a percibir unas palabras, apenas unos susurros "tu alma ya está corrompida". No parecía que hubiera guardias alertados por el crimen. Decidió que escondería a la mujer en el baño, lugar que estaba fuera de la vista de todos a menos que entraran. Ahora tenía un nuevo objetivo. Norman se encontraba en algún lugar de ese complejo debía hallarlo a la brevedad. Al doblar en un pasillo un pesado puño lo noqueó.

Al despertar se hallaba en medio de un campo, éste totalmente verde y el cielo sobre poblado de nubes que no avisaban otra cosa más que una inmensa tormenta. El viento soplaba muy fuerte, al grado de ser estrepitoso. Se encontraba solo, en un lugar desconocido.

Las Runas Del TiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora