cap.3

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Habían pasado dos días desde que pelee con mi hermana, no le ayude en absolutamente nada para terminar los detalles de su boda, y hoy se cumplía el tercer día de que no hablábamos. Me duele estar así con ella, pero ella por alguna extraña razón no comprendía que yo, ya no quería tener nada relacionado con mi padre, tal vez es porque quería que en su boda todos estuviéramos bien, pero no, simplemente me negaba a perdonarlo hasta que el demostrara lo contrario.

La verdad estos días en los que no he hablado con ella me hicieron meditar un poco de mi vida, en unos pocos días me iré de nuevo a España, para ser exactos dentro de tres días y la verdad no he disfrutado de mi llegada, así que llame a mis mejores amigos de toda la vida.

Así que aquí estoy tratando de elegir entre unos pantalones o una falda, siempre trato de analizar qué tipo de actividades voy a hacer durante el día para así elegir mi conjunto del día, pero pensándolo bien con mis amigos nunca se sabe. Termine de vestirme y ahora estaba enfrente el espejo de la habitación observando lo bien que se me ven estos pantalones, definitivamente es la mejor decisión de mi vida.

Iba camino a la pequeña cafería en la cual me encontraría con mis amigos, estaba demasiado emocionada por verlos, tenía cinco años de no verlos y me fascinaba la idea de pasar la tarde con ellos. Estaba llegando a la cafetería cuando una persona me golpeo mientras pasaba por mi lado haciendo que dejara caer mi celular.

─ ¡Muchas gracias, idiota! - enserio que odio esto, un montón de personas despreocupadas que se pasan por la vida tirándole sus pertenencias a los demás.

Entre a la cafetería haciendo que la campanilla hiciera su típico sonido, anunciando la llegada de un nuevo cliente o en este caso alertando a dos de las personas que más amo en este mundo.

Los mire en una mesa del fondo. Me estaban esperando y yo que pensé que nunca los volvería a ver. Quería llorar de la emoción de tenerles enfrente de mí. Llegue a la mesa temerosa de lo que pudiera pasar, pero solo se levantaron de su asiento para venir hacia a mí y abrazarme, era un abrazo de esos en que sientes todo el amor de una persona hacia ti o en este caso dos personas.

─ De verdad que los extrañe chicos - no puedo hacer más que aférrame a ellos - pero ya, díganme como han estado, quiero saber todo.

La primera en hablar fue Kendall. Sí, sé que parase nombre de chico, pero ella dice que sus padres le colocaron ese nombre porque querían que fuese hombre y no mujer.

Hablo como nunca, de sus padres, su trabajo, lo que hace antes de dormir, y lo que no hace antes de dormir, yo deje de escucharla cuando dijo que pronto llegaría su hermana de su gran gira por África.

─ ya cállate Kendall, no paras de hablar - debo de agradecer a Matt. - como si Mía, quisiera escuchar todas las estupideces que haces.

─ si claro, ahora mira quién habla, gay enclocetado - y ahí no pude contener mis ganas de reír y salió de mí una gran carcajada que a los pocos segundos se les unieron ellos.

Enserio que estar con ellos me tranquilizaba.

─ Enserio que ustedes siguen igual de como los deje - mire a Matt. - ya déjalo Ken, si él quiere permanecer en el closet es su problema - mi amiga y yo volvimos a reír.

─ Que quiera verme bien no significa que sea gay, además que tiene contra ellos, son buenas personas - Kendall y yo volteamos a verlo - estoy hablando enserio ya maduren y para que lo sepan, este chico que ven de veinte seis años ya tiene la presidencia de la empresa de su padre - alza los brazos en forma de les gane.

─ ¡oh Matt! Eso es grandioso te felicito - le acaricio su mano - ya es hora de que te pongas serio y esto ya es serio Matt, es hora de que ya dejes tus salidas nocturnas.

─ Pero por dios de que hablas Mía, hay mucho Matt, para todas - dice sonriendo y guiñándome.

─ Y tú - dice Kendall, mientras lo señala con el dedo - enserio que tienes la autoestima por los cielos. Ken, es una de las personas más directas y bromistas que conozco.

─ Kendall. - le lanza una mirada seria - y bueno Mía, cuéntanos de tus aventuras.

Y así pasamos toda la tarde, ellos peleando por cualquier comentario y yo riéndome de ellos. Ame pasar tiempo con ellos, pero todo llega a su fin y después de una hora mas de risas y burlas estaba de camino a mi hotel, con ganas de un buena ducha de agua fría.

pero se vio interrumpida.

Estaba por abrir la puerta de mi habitación cuando note que ya estaba abierta, me quede afuera por unos segundos. No sabía lo que me iba esperar allí dentro tras cruzar esa puerta así que tenía que pensarlo dos veces antes de entrar.

Tenía como cinco minutos de pie junto a mi puerta hasta que me di el valor entrar y lo que vi me dejo asombrada.

─ ¿Nathalie? - ver a mi hermana en medio de mi habitación me dejo asombrada y peor a un dolida. Nath estaba llorando, ver sus ojos llenos de tristeza y dolor hizo que por un momento yo sintiera lo mismo. - Nathalie, ¿Qué haces aquí?

Nathalie levanto su mirada de la alfombra para verme mejor y no decía nada solo estaba ahí llorando y yo no sabía cómo ayudarle. Recuerdo que muchas veces fue ella quien me ayudo a mí, como en las noches oscuras de frio, siempre iba a su habitación a preguntarle si podía dormir con ella y lo único que hacía era abrir un campo en su cama y ahora me toca a mí ayudarle y no sé cómo.

─ Nath - me arrodille a su altura - me podrías decir que pasa - le hable calmado, con cariño, pero no estaba preparada para lo siguiente.

Nathalie, levantó su mirada para mirarme directamente a los ojos. Estaban llenos de furia, pero sé que todo ese enojo que sentía y que reflejaba a través de su mirada no era por mi, ni para mi.

─ ¡Dime Mía! ¡¿Por qué mierdas no maduras de una vez?! Vives metida en un mundo lleno de fantasía, donde nada es real - la mire - ¡¿Por qué no solo te olvidas de una buena vez todo lo que paso?! Y sales de toda tu mierda. - lloro a un más - ¡acéptalo! Papá le fue infiel a mamá ¿y qué? Te vas a morir, pues claro que no yo te sigo viendo viva.

─ ¡solo espera un puto segundo Nathalie! - la mire - que tú de hayas olvidado de lo que paso ¡no es mi maldito problema!, que cayeras en sus ¡estúpidas palabras manipuladoras!¡no es mi maldito problema! Así que no vengas a tirarme en cara lo que yo he hecho, porque si aquí hay una que este mal ¡eres tú! - la mire - y créeme cuando te digo que no es fácil estar en la realidad, pero al menos yo tengo bien claro como es - el lugar quedo en total silencio, ninguna de las dos quería hablar. Nath, estaba llorando y a mí me faltaba poco para hacerlo, hasta que la escuche fue como un susurro, pero luego lo dijo con una voz fuerte y clara

─ Perdón - me miro - solo perdóname, yo no quería que sucediera lo del otro día ,pero tenías razón, como fui tan estúpida para créele - se acercó a mi hasta que no quedara más espacio entre nosotras y me abrazo, era ella quien lo necesitaba - soy tan tonta, yo solo quería creer que solo lo haría una vez.

─ Espera Nath, ¿de que estas hablando? - mi hermana se alejó de mi hasta que pudo verme nuevamente directo a los ojos - Nathalie, habla por favor.

Mi hermana me miraba directo a los ojos tenía miedo de lo que iba a decir, de las palabras que iban a salir a través sus labios, me negaba a escucharlo, su mirada hablaba mucho yo ya estaba segura de las palabras que saldrían de su boca, pero me negaba a escucharlo nuevamente.

Cuando lo dijo solo pude pensar en mi madre, ella confió en el otra vez y ahora todos somos solo un juego para su vida, un estúpido y vil juego. Yo enserio que tenía la fe de que algún día lo volvería a abrazar como antes, pero otra vez somos víctimas de sus engaños.

Quería ir a buscarle a decirle todo lo que había callado durante cinco años, pero no lo hice, mi hermana se casaba dentro de unas horas y no era una opción dejarla sola en un momento como estos. Me senté con ella en la alfombra, Nath recostó su cabeza en mis piernas mientras yo acariciaba su cabello mostrándole que no estaba sola, que yo estaba a su lado que no estaría sola nunca.

Ella es mi hermana mayor y como yo necesite de ella es muchas ocasiones, ahora ella necesitaba de mí y yo no me iba a mover de donde estábamos, solo para ir decepcionar me más de lo que ya estaba, cualquier circunstancia que viniere lo enfrentaremos juntas como hermanas.

....
Arriba están Kendall y Matt

Gritos en Silencio. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora