por ser diferente

Tras todo este tiempo... volviste.

Par de meses despues..

Han pasado un par de meses desde mi encuentro con... mi casi asesino. Por suerte, no he vuelto a saber de él. Pero esos increibles ojos verdes, no se van de mi cabeza. Es como si me persiguieran, se hacen presentes en todos y cada uno de mis sueños y permanecen en mi mente durante el resto de día aunque por suerte logro centrarme en otras cosas.

Empecé siendo la peor de clase, menos en arco, pero ahora me he convertido en una de las mejores alumnas de mi curso. Mis notas finales han sido verdaderamente satisfactorias. Aunque no ha sido fácil, desde aquel día me he entrenado duro y me he esforzado más que nadie, logrando así ganarme el respeto de mis compañeros y profesores.

Desde que Sam se fue y el ojiverde apareció en mi camino mi vida a cambiado notablemente, paso todo mi tiempo libre ocupada. Si no estoy en el gimnasio, estoy en el bosque con mi arco, el cual cojo "prestado".

Sam sigue con Zack y sigue comportándose del mismo modo. Eli aun mantiene la esperanza de que vuelva junto con Harri, mas Bella, James y yo somos realistas, no volverá.

El curso terminó hace un par de días y el verano hace notar su presencia, puesto que las temperaturas han subido notablemente en las últimas semanas. Una gran parte de los alumnos de la escuela ha vuelto a casa con las familias que o tienen poderes como sus hijos o les aceptan tal y como son. Mientras que mi pequeño grupo de amigos y yo seguiremos aquí hasta que las clases comiencen de nuevo y el resto vuelvan tras su divertido verano.

Camino por el bosque, arco en mano y con casi dos docenas de flechas a la espalda. El suave sonido del agua recorriendo su camino habitual me avisa de que ya he llegado a mi destino. El escenario que podría haberse cobertido en mi lecho de muerte, donde por poco mi vida acabó a manos de un desconocido. Me siento sobre la hierba seca por el sol y las altas temperaturas veraniegas. Me cubre la cómoda sombra de un gran árbol de verdes y frescas ojas y me apoyo en el gran y rugoso tronco contra el que no hace tanto tiempo me golpee fuertemente. Respiro hondamente para recoger así todos los olores que me rodean.
Del pequeño bolso que cuelga de mi hombro saco un excaso almuerzo y me siento en la orilla del río intentando que no se me humedezca la ropa, para poder comer.

Cuando lo acabo, me quito la camiseta y pantalones cortos y posteriormente me descalzo, quedando así en bañador. Me impulso con el borde y entro en el agua del pequeño riachuelo, que me cubre por la cintura. Avanzo apenas unos pasos para así poder meterme en una de las incontables pozas. Las frías y cristalinas aguas me cubren los hombros. Dejo que la corriente acaricie mi piel y aburrida comienzo a jugar con el agua, creando un remolino y moviéndolo a mi alrededor.

Tras un rato más de baño salgo del agua, y comienzo a secarme un poco con la toalla y me visto de nuevo. Desato el moño casi deshecho que hace un momento sujetaba mi cabello para que no se humedecida. Cuando me agacho para recoger mi arco, ya no está ahí. Rapidamente me coloco en posición de alerta y miro en todas direcciones, pero no lo encontrarlo. Hasta que oigo el ruido de una cuerda tensarse, me doy la vuelta rapidamente y me quedo inmovil al percibir la flecha que apunta a mi frente.

- hola, Cat- suena una voz extrañamente conocida. Logro apartar la vista del arma para encontrarme por un par de segundos con esos hermosos e imnotizantes ojos verdes.

- cuanto tiempo, ¿no?- continua hablando mientras yo permanezco inmovil, en shock, aguantando el aire en mis pulmones.

~ acaso no te acuerdas de mi?~ esta vez no pronuncian las palabras sus labios, sino que su voz resuena en mi mente~ no, claro que me recuerdas, es mas, no puedes olvidar mis inmotizantes ojos verdes~ se burla de mi aun en mi cabeza.

- ¿q- qué haces?- hablo desconcertada.

- ¿ahora si que hablas?- sonríe con maldad

- ¿c-cómo has hecho eso?- pregunto midiendo con precisión mis palabras.