Una palabra por 30 días

Día 7 Ciudad Loki (Avengers 1)

Con paso imponente lleno de elegancia salió a la terraza de aquella torre, su ejercito aterraba la ciudad sin piedad alguna, los gritos de los mortales asustados y suplicando por sus vidas eran ovaciones para Loki, quien portando su traje de batalle, desde aquella cima extendió los brazos como el digno rey que era, Odín le había negado el trono que por derecho le pertenecía, le oculto la verdad sobre su origen...le negó el reconocimiento como hijo, cada logro, cada avance como guerrero no importaba, todo era para Thor, no más...Esa ciudad caería ante sus pies y le proclamarían como rey y soberano, ese seria su inicio, en cuestión de minutos todo Midgar aclamaría al dios del engaño como su gobernante.

–Esto es solo el inicio padre de todo, desde Asgard hasta Jotunheim se arrodillaran ante mí, ante mi poder–con completa satisfacción y orgullo llevó su mirada al cetro que con orgullo empuñaba, y como si estuviera en la mismísima sala del trono de Asgard, frente a Odín, caminó con total calma de un lado a otro, siendo consiente de que en alguna parte de Asgard sus palabras serian escuchadas– Una ciudad es muy poco para mí, el poder que tengo ahora opacara cualquiera en los nueve reinos y tú, Odín padre de todo, lamentaras el día en que decidiste usarme como uno de tus trofeos de conquista, no te confundas...no es la gloria o el poder, es hacer ver que soy mejor que tú, que Thor, que cualquier imbécil que se atreva a tratar de oponerse a mi mandato, porque tu padre de todo tienes reglas, reglas que manejas a tu conveniencia pero yo no, yo soy el dios del engaño y a comparación de ti, yo si se jugar mi papel– la sonrisa del dios creció soltando una risa sonora que se perdía en la altura tomaría cuanta vida pudiera en esa ciudad y cuando su hermano se presentara, porque estaba seguro que lo haría, arrancaría la cabeza de ese rubio inútil solo para llevarla ante los pies de Odín. Asgard seria la siguiente en caer para demostrar que nadie, absolutamente nadie podía dudar del poder de Loki.

Ni siquiera aquel que le dio ese poder, encontraría la manera de acabar con él, la gema del cetro resplandeció en un tono azul al igual que los ojos de Loki, aquellos que alguna vez fueron verdes, esa gema había tomado control, logro llevar lo que era un sentimiento de abandono y traición a la mas grande de las locuras a el deseo de ver todo lo que otros protegían destruido, ver infinitas ciudades ardiendo en llamas consumidas por la agonía del sufrimiento, se había adueñado de Loki y él no se dio cuenta.

Era nuevamente la marioneta de alguien.