Que noche fría aquella...
Prometimos amarnos por siempre, hasta que la muerte nos separe, sentados bajo la luz de la luna en un puente con mil problemas en la cabeza, solo vos y yo, como siempre.
Esa noche fue la última, al menos para ti.
Prometimos acabar con todo.
Dispuestos a saltar hacia la muerte misma.
Por mi mente núnca paso la chance de quedar con vida.
Y esto cariño, no es vida, vi como te marchaste, vi como te lloraron, lo vi todo.
Y creeme que no quiero seguir, quiero ir contigo, claro, si solo tuviera las herramientas necesarias como poder mover mis piernas o brazos para acabar conmigo de una vez... Que? No te dije? Cariño, al caer al suelo no morí, simplemente me destroze el cuerpo.
Pero los medicos lograron reanimarme, ahora debo vivir paralitico sin poder decir ni una sola palabra.
Después de todo, la muerte si nos separo ¿no?.