Tomas:
Uno no puede estar en su casa tranquilo, sin que le rompan las bolas.
Estoy hace tres horas esperando a que me traigan un poco de marihuana para estar tranquilo pero como todo, lo tengo que terminas haciendo yo. Me puse una campera porque el frio de julio es insoportable, tampoco quiero que venga el calor porque vendrían los mosquitos y eso es algo que odio, posdata odio muchas cosas, como que no me traigan mi marihuana cuando la quiero.
Camine hasta la casa que me la vende, toque la puerta pero nadie abrió, de repente se escucho un disparo, en mi barrio es común escucharlos pero nunca los escuche en esta cuadra.
-la próxima hace las cosas bien, porque sino te corto el pito, me escuchaste mugre?
Era una voz de una mujer, a los pocos minutos ella, salió de la casa acompañada de dos hombres, me miro y me examino, guardo el arma que llevaba en la mano en su pantalón de jeans.
-vos tenés que ser tomas-dijo casi sonriendo, asentí-esto es tuyo, va de mi parte, te la regalo.
Me tiro suavemente una bolsita de marihuana, le sonreí, ella subió a un auto negro y desapareció.
Al llegar a casa le conté todo por chatt a duki, el cual me contesto con un "ya voy para haya, porque no entiendo un sorete, estas peor que Sandra vo". Cuando llego le conté de nuevo y lo entendió el retrasado.
-y estaba buena?
Pegunto el muy enfermo.
-me podrían a ver matado y vos preguntas eso?-el solo levanto los hombros-si, estaba re partible.
Reímos.
-pregunta en el bario si la conocen, o al que te vende la yerba, así sabemos como se llama y si pinta hacemos un trio.
Dijo divertido y pervertido.
-Gordo la vi yo primero, yo me la garcho primero.
Le advertí, el solo levanto las manos en expresión que se corría del paso.
