El tiempo que dura un beso

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Para algunos estudiantes estar en la preparatoria era una oportunidad  para ser más sociables y si la vida les juega bien llegaban a ser las típicas y típicos chicos populares pero para mí solo era otro año más donde pasaba desapercibida y mi último curso ahí para iniciar el infierno en otro lugar; la universidad.

—Hey, Selene ,¿Dónde estabas?

Mi mejor y única amiga; Lui la conocí cuando recién entraba a la escuela y se sentó a mi lado por llegar tarde, desde ese día fuimos inseparables.

— Acabo de llegar. — la miré— ¿Tu dónde andabas?

— Me dio diarrea y fui al baño

—Oh, muchos detalles para mí — reí— ¿Te la lavaste bien?

— Muy bien —ella me miró y también rió— ¿Quieres olerla?

—Para mí eso sería un placer señorita Lui

— Hablando de placeres, ¿Ya viste a que universidad aplicaras? —me miro seriamente.

—Sabes, eso no tiene nada que ver con placeres — le saque la lengua—  y no, no se en que puta universidad aplicaré.

— La escuela de tu hermano es una muy buen opción, ¿Lo sabes, verdad?

Al oír esas simples palabras mi cuerpo se tenso, de ese lugar no tenía recuerdos nada gratos.

— No aplicaré ahí — dije fríamente— hay muchas más opciones.

—Si hay opciones, pero no en todas está la carrera que tú quieres, además sería perfecto tú hermano podría ayudarte ¡Estarían en la misma carrera! —dijo emocionada.

—¿Podrías callarte? Que sea hermana de uno de los chicos ridículamente populares y según guapos —hice entrecomillas con mis dedos—  no significa que por estar ahí tendré el cielo ganado, Lui.

— Inteligente—miro hacia el piso.

—¿Disculpa?

—Te faltó eso, tu hermano el ridículamente popular y según guapo también es ridículamente inteligente.

— Ay Dios ya no irás más a mi casa cuando esté el — rei— Además yo también soy ridículamente inteligente

— Eso no lo puedo discutir — me abrazó.

— Que no tenga la belleza física es muy diferente — susurré.

— Hey, tu si la tienes, eres hermosa — me miró con amor— además lo físico se maltrata tarde o temprano envejeces pero lo de adentro seguirá igual de bello.

Sus palabras hicieron eco en mi interior, sabía que ella tenía razón sin en cambio tantos años de inseguridades, de burlas y rechazos hacían que viera la realidad como en realidad es ; cruel y aunque existieran personas como Lui a las cuales solo les importaba los sentimientos habían miles, millones que solo se fijaban en el físico.

— Si, tienes razón —trate de regalarle una sonrisa— es mejor irnos ya, si no quieres llegar tarde.

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Las clases por fin habían finalizado y yo no dude ni un segundo más en irme de la escuela, no sin antes esperar a Lui,  Como todos los días.

— iré al centro comercial a comprar un vestido, ¿Vienes?

— con solo oír la palabra vestido se fueron todas mis miserables ganas de acompañarrte —rei.

— Te compro algo de comer —me miro con una sonrisa. — lo que tú quieras.