El tiempo que dura un beso

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¿Alguna vez se han preguntado por que existen los jodidos exámenes de ingreso? Son como un grano en el culo. Por fin era fin de semana lo que significaba volver a casa con mis padres y estudiar como maldita negra noche y día, Jin me ayudaría hoy a repasar las materias que vendrían en el examen ya que el muy maldito era un genio y tenía que sacarle provecho a eso, no por nada iba a ser doctor y  prontamente yo seguiría sus pasos.

—¿Mi amor quieres algo de comer?—pregunto mi mamá.

— No, gracias— le sonreí tiernamente— no tengo hambre mami.

—pero no haz comido desde el desayuno y solo desayunaste café y un pan tostado.

La miré nerviosa por un segundo, la verdad era que siempre que iba a la casa de mis padres terminaba con dos kilos de más por tanta comida deliciosa, me había prometido a mi misma no comer o al menos comer lo mínimo en esos días. Ya no quería estar gorda.

— si, lo se mamá, pero no tengo hambre, ¿Podrías prepárame otro café? Estudiaré hasta tarde —sonrei— por cierto, ¿No has visto al odioso de tu hijo?

—Mi hermoso hijo salió hace como dos horas —rio.— ¿Por  qué?

Idiota.

— Mi hirmisi hiji silio hici cimi dis hiris. —  mire a mi mamá un poco sentida— ¡Se supone que me iba a ayudar el desgraciado!

Con frustración me deje caer en la cama sin fijarme que mi celular se encontraba a la altura de mi pecho dándome un tremendo golpe.

—¡Mierda! — tomé mis pechos con mis manos mientras me revolcaba del dolor.

—¡Selene que te dije de decir groserías!

— ¡Me pegue en mi chichi!—la miré con ojos aguados — ¡¿Sabes cuánto duele un golpe en la chichi?!

— Estás bien mensa— se acercó a mi— a ver déjame revisarte.

Si, mi mamá era doctora con más precisión ginecóloga obstetra, por lo que sabía del cuerpo de la mujer más que yo.

— Se puso caliente una más que la otra y se inflamaron — rió.— ahora no te puedes quejar de que no tienes.

— ¡Mamá! —la miré con desaprobación.— ¿Que hago me duelen?

— Ponte una camisa de tirantes y quítate el brassier para evitar que se inflame más, ahorita te traigo una compresa para bajar la inflación y ¡Deja de estar de exagerada! —dijo saliendo de mi cuarto.

—¡Como tú no te pegaste en la chichi!— grite.

Todavía adolorida tomé mi celular y le escribí a Jin.

       Estúpido

Supongo que se te olvidó que hoy estudiabas conmigo, ¿Cierto?
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¡Idiota! >:v
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¡Alto ahí loca!, Me ocupe de eso antes y  Jungkook irá a ayudarte ¡es bastante bueno! Probablemente es uno de los mejores de la clase, claro después de mi 💅
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Seok Jin.
Hermanito.
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¿Cómo te digo esto?
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YO NO QUIERO QUE ESE CONEJO DIENTON PONGA UNA PATA EN MI CASA.
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