LOS TACOS DEL VALS

Parte 3

Aún hoy al cerrar mis ojos puedo sentir esa mirada penetrante cómo me quema como un triángulo verde indeleble... Me preocupaba poner a prueba a mi fortaleza porque si comenzaba a llorar primero él podría seguirme después, pero: ¿Qué significa: que no fui mujer sólo para un momento? ¿O debería besarlo a Ramiro delante de...?¿Debería hacer eso? ¿Con qué objeto? ¿Para hacerlo mierda y me olvide?, ¿O presumirle de mi nueva adquisición?...

Y ante el dilema conyugal, que digo coyuntural levanté mi guardia bien en alto para que la emoción no me empuje justo contra él, porque se notaría bien la cantidad de lágrimas que chorrearía por los dos y eso no es conveniente...

¡Qué momento tan complicado!

"O dejo que todo fluya y mantengo la cordura de mi gran aprieto..."

¿Pero mirá si Alejandro se suicida en el baño de mi boda o se cuelga mañana de nuestro árbol!... Pero sabía en el fondo, que nunca fue un estúpido, quizás sacaría su picana más tarde y nos hace hablar a todos de cuánto salió el casamiento entero y nos pida la llaves del auto lleno de latas atadas para secuestrarme...¡Qué dilema! Y no sé porque se vino a mi cabeza nuestro tema:

PLAY "Pomada - Paraíso.mp3"

Aunque, si entendía perfectamente lo que estaría sintiendo:

"Perdiendo a su mujer o

cediendo el paso

para que mis mejores noches pasen

a la de otro cuerpo extraño..."

PLAY "Sebastián Joan- Eso y más.mp3"

Claro que Alejandro y yo estábamos en un aprieto sentimental porque nos brillaban los ojos de la emoción por todo lo que compartió conmigo a lo largo de los años... Quizás debería llorar primero para que él me abrazara con ese abrazo ¡Que nunca quiere soltarse! Ese que me dio varias veces y tenía antojo de sentirlo una vez más...

Como jadeaba Alejandro la respiración cerca de mi cuello y de mi carmín. Me sentía una flor a la que le aspiran sus tatuajes con su nariz, pero debía seguir a toda costa para enfriar a nuestros corazones o ver su prueba de amor o si se jugaba en las ligas mayores...