Capítulo 1

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Camino rápido por las estrechas calles. El bus me pisa los talones, y como se me ocurra frenar a tomar aire se me escapará.
Cuando llego a la parada, freno en seco, mientras el autobús para a mis espaldas. Cuando me giro, dispuesta a subir, el conductor me aplaude sonriendo, y yo me avergüenzo. Quizá no había sido mi carrera lo que me había hecho llegar a tiempo, si no que el conductor no quería adelantarme. Aún así, subo al bus y pago mi peaje, mientras le doy las gracias al conductor.
-No me las des, solo quería que la única chica que sube a este bus siga estando aquí-
Sonrío, mientras me acomodo en el asiento detrás de él, pero justo cuando empieza a arrancar, otra chica sube al autobús, agitada.
-¡Perdón! Hoy es mi primer día aquí y n-no sabía a que hora salía el bus-
Mustió la chica angustiada, mientras trataba de recuperar el aliento.
Su acento Chileno me tomó por sorpresa, y me sorprendí más cuando pasó a mi lado y me sonrió dulcemente.
-Hola-
Tartamudee, mientras sentía como algo azotaba mi pecho, creando una gran presión en este.
-¡Hola, compañera de bus!-
Me sonrojo levemente, aquel mote me pilló por sorpresa, y me entristeció ver que se sentaba en otro sitio, lejos de mi.
-Rumbo al Instituto pequeñas-
Anunció el conductor, cualquiera lo hubiera tomado por acosador o incluso secuestrador por lo que dijo, pero llevaba años yendo con él a muchos sitios, y nunca me había hecho nada.
Los siguientes minutos pasaron lentos, mientras escuchaba atentamente como eran allí los institutos, bueno, que ni había. Según entendí ellos tienen hasta octavo en el colegio, y luego pasan directamente a bachillerato.
-...¿lo has entendido?-
Preguntó la chica, y Max (el conductor del bus) asintió entretenido.
-Me encantaría seguir hablando contigo, pero hemos llegado a vuestra parada-
Bajé de mi asiento, y salí del bus.
-¿Nos vemos a la vuelta?-
-Nos vemos a la vuelta-
Le aseguré a Max sonriendo, entonces la chilena bajó del bus y este desapareció en la larga carretera.
-Bueno!..-
Empecé a decir, cuando alguien tiró de mi brazo interrumpiendome y llevándome lejos de la chica.
-¡Oye! ¡Sueltame!-
-Pero si no nos damos prisa, no llegaremos!-
Esa voz... Alexis..
-Hijo de puta, sueltame!-
Y lo hizo, pero me miró con un frío semblante.
-No voy a permitir que llegues tarde otra vez! Antes llegabas más pronto, que te está pasando?-
Me callé, y lo maldecí por lo bajo, a ese paso me había olvidado de la chilena.
-Mira que eres pesado maricón-
-¡Mira quién fue a hablar bollera!-
Le pegué tal capón que se calló, suspirando.
Aceleramos el paso y atravesamos el hall del otro Instituto por el que debíamos pasar para no tardar media vida en llegar a nuestro Instituto.
-¡Que no llegamos!-
-Que si llegamos, apreta el culo coño!-
-¡Eso intento!-
Salto a la puerta de nuestro Instituto, y atravieso el hall con las pocas personas que quedan allí.
-Te dije... Que llegábamos..-
-Voy a matarte como vuelvas a llegar tarde...-
Jadeamos sin control, nos falta el aire, pero poco a poco lo vamos recuperando. Entonces me giro, buscando a la chilena, pero no estaba.
-No he podido preguntarle su nombre...-
-¿Que dices?-
Le hago caso omiso, y sigo caminando, mientras pensaba si algún día sería capaz de sentarme a su lado en el autobús o de hablarle de verdad.

De España a Chile~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora