De España a Chile~

Capítulo 2

Al llegar a clase, me derrumbo en mi sitio, los demás hablan entretenidos en voz alta, hasta gritando, y de lo cansada que estaba la cabeza empieza a dolerme.
Saco mi libro y empiezo a leer, las páginas del libro me abducen y me quedo absorta leyendo cada frase lentamente, mientras que mi mente se transporta al lugar que el libro describe.
"El nevado paisaje que se ceñía ante nosotros era espléndido y aterrador, sabíamos que si no nos dábamos prisa moriríamos congelados, la nieve nos cubría hasta las rodillas y eso ya era un problema para caminar. Miré a mi compañero asustada, pero este seguía mirando al horizonte neutral y callado"
Las blancas manos de Amelia inpactaron contra la mesa, haciendo que el libro se agitara levemente en el aire y yo me austara.
-¡Amelia! Joder que puto susto-
-Llevo hablandote un buen rato y no me estás escuchando-
-Sabes que cuando leo no presto atención a mi alrededor-
La albina bufa, y rueda sus ojos hasta acabar mirándome de nuevo.
-A ver, te estaba diciendo que hoy...-
Entonces se calla, la profesora ha entrado a la sala seguida de una chica de tez morrena, la chilena.
-¡Sentaos, no os quiero ver mover ni un pelo!-
La profesora culo pera, también conocida como la Yoli nuestra profesora de Biología, entra a clase gritando, como siempre. Todos mis compañeros toman asiento, y el silencio se estaciona en la sala.
-Tú, allí, al lado de tu compañera-
Cuando me señala a mi, siento que mi corazón deja de latir, y me cuesta respirar.
A medida que se va a acercando a mi mesa, su sonrisa crece mirándome, y yo trago saliva, notando como mi mejillas se encienden.
-Hola, compañera de bus-
Me saluda en voz baja, sabiendo que si la escuchan peligra a quedarse sorda de los gritos de la profesora.
-Hola-
Contesto yo, tratando que no note que me tiembla la voz y que estoy sonrojada, sonrío nerviosa y esta ríe por lo bajo, acomodandosé en su sitio, el cual siempre había estado vacío.
-¿Esta es nuestra tutora?-
-No, solo nos da biología-
-¡Shhhh!-
Exclama la Yoli, mandándonos callar, yo agarro rápidamente una notita de papel y escribo un mensaje en él:
"Será mejor que hablemos por aquí, por cierto, mi nombre es Inala, el tuyo?"
La chica sonríe, y empieza a escribir en una esquina del papel.
"Violeta, un placer linda ;)"
Me sonrojo más, y el papel se arruga bajo mis dedos, que lo aprietan con fuerza.
(Me ha llamado linda...)
Pienso, entonces dejo de hablar con ella por el papel, y me propongo atender a la clase. Su cara de confusión me mata, está tan mona, pero no insiste, y me imita, mirando a la pizarra y atendiendo la lección.
Doy gracias por ello, y mi mente se transporta en momentos, a uno de mis sueños diurnos, me preguntaba que me imaginaría esta vez.

(...)

"La luz del sol me dió en la cara, cegándome. Me levanto taciturna, y me agito con cuidado. Espera, ¿que está pasando? Miro mi cuerpo, aunque sólo puedo ver dos pequeñas patas peludas color arena. Tuerzo mi cabeza, mi cola se agita rápidamente, tengo todo el cuerpo cubierto de un pelaje medianamente largo, color arena.
Entonces, alguien me silba. "¡Kira!" Escucho a alguien gritar, pero lo único que veo en el horizonte es una figura borrosa.
Auyo, aunque parece más un leve gemido ahogado, los típicos que hacen los cachorritos antes de aprender a ladrar bien.
La humana se acerca, ahí, mi vista deja de ser borrosa, y puedo ver su rostro. Ella"