Llegamos a su casa y apenas entramos noté que estaba todo sumamente bien decorado y se notaba la mano de un diseñador, todo era en tonos burdeo y gris habían cuadros finísimos por todos lados y todo de un gusto único.
Bruno llegó con mi maleta y me guio hasta una habitación, supuse que era la suya y le dije - no te preocupes, no puedo dormir en tu habitación, puedo dormir en el sofá y esque no quiero incomodarte.
- tranquila por esta noche dormirás aquí en mi cuarto, mañana pediré que acomoden un dormitorio para que tengas tu espacio, por ahora relajate y te prepararé la tina para que tomes un baño, ponte esta bata para que estés lista y puedas entrar al baño.
Me dio la bata mientras entraba al baño a preparar todo lo que había dicho - no deberías molestarte- le dije.
- no es molestía Annie solo quiero que estés cómoda- entró al baño y escuche el agua correr.
Comencé a quitarme la ropa y cuando estaba colocandome la bata sentí que la puerta se abrió.
Rápidamente tapé como pude mi cuerpo y Bruno se dio la vuelta.
- Dios lo siento Annie no quize... No pensé... Disculpa... Iré a prepararte un té para cuando estés lista. - dijo mientras salía de la habitación.Entré rápidamente al baño y cerré la puerta sin entender lo que había pasado me mire al espejo y estaba roja de vergüenza y además pude contemplar todos los golpes y marcas que tenía en el cuerpo y en mi rostro. Maldito decía en mi mente mientras mis lágrimas caían nuevamente al ver mi reflejo, me encogí en el suelo recordando todo lo que había vivido desde la madrugada. De pronto comencé a tiritar y a gritar sin saber porqué solamente podía ver el rostro de Tony sobre mi y sentía sus golpes como si todo estuviera pasando nuevamente, sentí que bruno llegó al cuarto de baño y entró de golpe viéndome en el suelo retorcerme desnuda, - Annie porfavor reacciona- me decía, me levantó y quito mi cabello de mi rostro, - aquí estoy nada malo sucede reacciona - poco a poco deje de llorar y volví en razón e intenté calmarme un poco, como pude me afirme de él y entré en la tina.
Bruno acaricio mi cabello y salió del baño dejando para que tomará el baño tranquilamente.Salí del baño y entré al dormitorio y busqué en mi maleta algo cómodo y encontré un pijama de dos piezas con un pantalón demasiado corto para estar en casa de un hombre que de cierta forma ya no conozco, resignandome salí del cuarto y me dirigí a la cocina.
Allí estaba él aún con su semblante serio - hmm disculpa por lo de hace poco - Le dije con mi cara ardiendo por la vergüenza.
- no tienes porque disculparte, vas a estar por varios días atormentada por todo lo que te sucedió, no es menor todo lo que viviste- dijo con mucha comprensión y empatía.
- gracias por todo esto, no quiero ser una carga para ti e incomodarte, ya sabes invadiendo tu espacio y privacidad.
- No invades ningún espacio, no te sientas así, estaré a tu lado hasta que todo termine y puedes quedarte hasta que estés preparada para volver a tu casa, por lo pronto mandaré a pedir tus cosas para que estés más cómoda aquí.
- prometo no incomodarte durante mi estadía aquí y colaborar con los que haceres de la casa.
- puedes ocuparte de lo que quieras mientras tengas tu mente ocupada y no pienses en ese estúpido porque ya suficiente daño te hizo- asentí y me dispuse a beber el té de canela que me había preparado.- Annie mi padre llamó y dijo que por el momento no era necesario que te presentes a trabajar, dijo que tomaras tu periodo de vacaciones hasta que puedan atrapar a Antony, te envió muchos cariños y que te relajes sin preocuparte por nada, cuando todo termine podrás volver a la compañía.
- estoy muy agradecida con uds realmente no se como les voy a pagar todo lo que hacen por mi y todas las molestias que estoy causando les agradezco de todo corazón. - asintió con un movimiento de cabeza.
- No te dejaremos sola y menos ahora, iré a ponerme algo más cómodo ya que pronto va a amanecer y tu deberías descansar, en caso de cualquier cosa puedes gritar y yo iré enseguida.
- gracias, también deberías descansar - le dije mientras terminaba la última gota de mi té.Ambos subimos la hermosa escalera que tenía la lujosa casa, llegué a la habitación y Bruno estaba buscando en su inmenso armario que estaba en la otra puerta de la habitación la vestimenta que usaría y lo que necesitaba para comenzar el naciente día, una vez listo se despidió y se fue.
Me re costé en la cama que perfectamente caían unas cuatro o cinco personas y me forcé a cerrar los ojos y comencé a recordar un bello día de playa con mis padres cuando era pequeña.
Estábamos de camino a la playa en el auto de papá, cuando de pronto el se detuvo en la carretera, con mamá nos miramos sin saber que hacía y al cabo de unos minutos el apareció con tres conos de helado con chispitas y nos dijo este es para mi pequeña florcita y este es para la flor de mi vida le dijo entregando el helado a mamá, ambas le dijimos que lo amábamos, seguimos el camino hasta llegar a la playa, era un día hermoso, jugamos entre los tres a construir un gran castillo y luego mamá se fue a tomar el sol cuando papá y yo fuimos al agua un rato. El me enseñaba a nadar y yo no podía dejar de afirmar su mano, de pronto me resbalé y caí de lleno al agua, buscaba la mano de mi padre desesperandome por la falta de aire pero me era imposible encontrarlo, sentí unas manos que me tomaban del estomago y me subían a la superficie, al salir y recuperar un poco el aire pude ponerme de pie y me di cuenta que ya no era mi padre,sino que era Antony, me asusté mucho y le gritaba que me soltara pero este dolo se reía y yo comenzaba a correr hacia la orilla pero el tenia sus manos apretando mi cintura dejando sus huellas por todo mi abdomen.
Una vez llegue a la orilla pudiendo safarme de su agarre comencé a correr pero este me lanzó al suelo y se sentó a horcajadas sobre mi e intentaba sacar mi ropa mientras yo gritaba que alguien me ayudara.
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Annie, Amor Del Bueno.
Novela Juvenil- Sin pedir nada a cambio me entregaste más de lo que esperaba - *Como cuchillo, en la mantequilla Entraste a mi vida, cuando me moría Como la luna, por la rendija Así te metiste, entre mis pupilas Y así te fuí queriendo a diario Sin una ley, sin un...