POV Bruno.
Estaba sentado en el sillón de mi escritorio en el estudio de la casa, sumido en mis pensamientos, ¿como un hombre puede llegar a ser tan despreciable y maltratar a una mujer o a un niño? Eso rondaba en mi cabeza desde que Annie le estaba dando su declaración a la policía, dejó cada una de sus huellas por todo su cuerpo, cuando la vi tirada en el baño pude notar que su piel tan fina y delicada estaba tapada en moretones, su rostro con cortaduras por los golpes que el mal nacido de Antony le había dado. Sus piernas y espalda estaban enrojecidas y moradas por todos los lugares que ese animal le había azotado con el cinturón, sus dedos estaban marcados en toda su espalda baja al apretar tan fuerte mientras abusaba de ella.
Di un golpe en la mesa de rabia e impotencia, ella no merecia haber vivido esa experiencia, se veía tan indefensa ahí en el suelo recordando todo lo vivido. Pero yo no iba a permitir que ese imbecil quedara libre, apenas lo encuentren voy a pagar a quien tuviera que hacerlo para que le dieran su merecido en la misma cárcel, pero eso solo si los hombres que contraté no lo encuentran antes que la policía, porque ahí si que aprendería que a las mujeres no se les maltrata y menos a Annie.Unos gritos me sacaron de mis pensamientos, salí corriendo del estudio y llegué a la habitación donde estaba Annie, estaba teniendo una pesadilla y estaba envuelta en sudor y lágrimas, me partía el corazón verla así tan vulnerable y dañada, llegué a su lado y encendí la lámparita de la mesita de noche, me senté en la cama y la envolví en mis brazos, era tan pequeña y frágil como una pequeña flor, acaricié su cabello y le pedía que despertara
-Annie estoy aquí pequeña despierta, todo esta bien solo fue un sueño, estoy a tu lado, Annie despierta por favor- intenté que no despertará de golpe y se asustara de tenerme tan cerca, comencé a quitar su cabello de su rostro y trataba de que le llegara todo el aire que necesitaba para reaccionar, de pronto se calmó y se removió bruscamente de mi agarre y se fue a la otra orilla de la cama, vi el miedo en sus ojos y mi corazón dio un vuelco al ver que estaba aterrada, comencé a acercarme a ella pero ella se corrió más atrás - aléjate porfavor, no me hagas daño, no me toques- lo más doloroso en mi vida fue ver sus ojitos llenos de miedo y lágrimas saliendo de ellos, noté que aún estaba en shock y aún no reaccionaba del todo.
- Annie soy yo Bruno todo esta bien, no tengas miedo, calma pequeña, solo fue una pesadilla - intentaba tranquilizarla y parecía que funcionaba.Le serví un poco de agua y le dí a beber notando que aún temblaba, me acerque y la abracé, ella pegó su rostro a mi pecho y comenzó a llorar, no pude aguantar y la rodee con mis brazos para que viera que aquí estaba para ella, la deje en la cama y la arropé.
Acariciaba su cabello cuando noté que dejaba de temblar y se comenzaban a cerrar sus ojos, pasaron unos minutos y decidí dejarla dormir, lentamente iba a sacar mi brazo que la rodeaba pero ella me detuvo - no te vallas porfavor, no me dejes sola - dijo con su voz cansada - tranquila no iré a ningún lado, descansa pequeña.-
La abracé más fuerte y me quede a su lado y sin darme cuenta también caí rendido.
Desperté por el brillante sol que tenía en mi cara ¿me había dormido? ¿Joder donde esta Annie? Abrí los ojos rápidamente buscandola, como fui tan estúpido de dormirme y no velar por ella, porque no estaba aquí, ¿que hora era?, todo invadía mi cabeza cuando sentí un olor a tostadas y café, olía muy bien.
Me levante y me fui al baño a tomar una corta ducha y baje las escaleras rumbo a la cocina.Allí estaba Annie junto a Rossi la empleada doméstica que tenían mis padres cuando yo era niño y a la que quería como si fuera mi madre. - joven Bruno, buen día, le preparo enseguida una taza de café cortado, tome asiento - dijo Rossi con su cálida voz como siempre.
No pasaban de las once de la mañana asique aun estaba a tiempo de desayunar y además era domingo y no debía trabajar, mi teléfono sonó y atendí la llamada dándole un mordisco a la tostada, - papá... Si dime... - salí de la cocina dejando a Annie y a Rossi para que no escucharan lo que hablaríamos.
- Bruno hijo la policía atrapó a Antony pero logró escapar antes de que pudieran ponerle las esposas, su prontuario indica que ya había estado detenido por unos años por secuestro y violación a una adolescente cuando tenía la misma edad... Lo peor de todo es que nuestro abogado que también llevará el caso de Anastasia pudo averiguar que en ese momento lo declararon peligro público por sus arranques psicologicos... Salió en libertad debido a buen comportamiento y a que su tratamiento resultó al cien por ciento, todo el mismo año en que conoció a Anastasia... Se había obsesionado con la chica anterior y me temo que ahora se repite la situación, creo que todo se complica al no poder dar con el y arrestarlo de una buena vez, el abogado dice que Anastasia debe venir a declarar lo antes posible y mantenerse en un lugar seguro el mayor tiempo posible.
- Padre yo me encargare que Annie este segura en todo momento, no me apartare de ella y la llevare hoy mismo a la estación a que haga la denuncia y su declaración, luego de eso vendremos a la casa y de aquí no se va a mover... Anoche pasó una noche terrible, esto la tiene muy afectada y creo que va a necesitar ayuda profesional, la tendrá aquí mismo en casa y así no nos arriesgamos a que salga a la calle.
- Gracias hijo sabes que es una hija más para mi y que con tu madre le tenemos mucho cariño, no tiene a nadie más, y nosotros somos su familia más cercana, sin mencionar a una prima de su madre pero es una mujer mayor y vive fuera del país, por lo tanto tampoco cuenta con ella.- No te preocupes padre mantenme al tanto de todos los detalles y estaremos en contacto para saber cualquier avance o novedad... Que tengas buen día y nos vemos mañana en la oficina.
- Tu madre pide que luego de ir a la estación se vengan a la casa a cenar con nosotros, dice que le hará bien a Anastasia despejar su mente de todo
- Así lo haremos, saludos a mamá, nos vemos - colgué la llamada y volví a la cocina.- Rossi podrías preparar una habitación cerca de la mía para Anastasia por favor, se quedará con nosotros por algún tiempo y quiero que este lo más cómoda posible, también puedes comprar todo lo que sea necesario y pedir que traigan sus pertenencias de su departamento, quiero todo listo para mañana, no prepares nada más de comida porque saldremos toda la tarde y cenaremos con mamá, no puedes decirle a nadie donde estamos.
- Enseguida joven y no se preocupe que me encargaré de todo y los detalles.- dijo Rossi saliendo de la cocina.Annie que había estado silenciosa toda la mañana murmuró, - gracias por todo, disculpa por las molestias de anoche y por estar a mi lado, creo que tuve un mal sueño y...
- Estaré aquí para lo que necesites, te aviso que mi padre llamó y no dió buenas noticias, al parecer nos enfrentamos a una persona que no es la primera vez que comete este mismo delito y salió de prisión justo el mismo año que lo conociste, el abogado dijo que es necesario que vallas a la delegación a hacer la denuncia y a declarar todo lo sucedido, para que lo procesen apenas lo puedan capturar.
- No lo puedo creer, como fui tan tonta, caí rendida en sus engaños y no vi el peligro que corría, sabía que había algo extraño en El porque siempre se alteraba muy rápido llegando a los gritos pero preferí ignorar las señales y darle toda mi confianza - dijo ella sollozando.
- No te culpes pequeña, no podías saberlo, pero ahora estás segura y yo estoy aquí para protegerte, ve a cambiarte porque iremos a la delegación y luego iremos a casa de mis padres a cenar. - Annie asintió y salió de la cocina, odio verla así, odiaría ver en ese estado a cualquier persona igual de frágil que ella y esque nadie merece pasar por esto, ese imbecil va a pagar por lo que hizo.
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Annie, Amor Del Bueno.
Teen Fiction- Sin pedir nada a cambio me entregaste más de lo que esperaba - *Como cuchillo, en la mantequilla Entraste a mi vida, cuando me moría Como la luna, por la rendija Así te metiste, entre mis pupilas Y así te fuí queriendo a diario Sin una ley, sin un...