Annie, Amor Del Bueno.

Capítulo 5

Lloraba desesperadamente y pedía que todo fuera un sueño, no tenía fuerzas para levantarme y me sentía tan sucia y culpable.

Lloré como nunca lo había hecho me había golpeado tan fuerte y luego abusó de mi, saciandose de todas las formas que quizo, además de todo me tenía atada de manos y sin poder moverme de lo adolorida que estaba.

Sentí el cansancio sobre mis ojos y todo daba vueltas, de pronto todo se volvió oscuro y caí en un profundo sueño.

Desperté de golpe cuando sentí que unas manos desataban mis muñecas y quitaban el top de ellas, sabía que era él, noté que ya había oscurecido ¿ me pregunto cuanto tiempo estuve dormida? Intenté moverme pero todo dolía, todo mi cuerpo estaba molido y estaba agotada.

- duerme pequeña, descanza que aún no he acabado contigo- dijo muy cerca en mi oído y sentí que nuevamente caía en un sueño profundo.

Desperté al sentir que Tony se subía en la cama y me quitó de golpe la sabana, estaba desnuda y comenzó a besarme, sentí el aroma a alcohol y supe que había estado bebiendo pero esta vez  estaba muy borracho, aún estaba oscuro asique debía ser de madrugada. Se subió ensima de mi y comenzó a besarme, bajó por mis pechos, morisqueaba y absorbía como loco, sentía su miembro desnudo rozando mis piernas y yo intente quitarmelo de ensima, pero me abofetio tan fuerte y luego mordió fuertemente un pezon de mi pecho haciendome gritar de dolor.
- eso pequeña disfruta decía- introdujo su miembro dentro de mi y gimió de placer comemzé a forcejear con el y rozó algo afilado por la orilla de mi cuello y el miedo me invadió, no lo podía creer, hasta que punto había llegado, como no vi antes el tipo de persona del cual me estaba enamorando, como no vi durante casi todo un año el monstruo que dejaba entrar en mi casa y con el cual muchas veces compartí la cama entregándole todo mi amor y atención, como pude ser tan estúpida.

Las lágrimas no paraban de salir de mis ojos mientras el cada vez jadeaba más fuerte de placer, una vez que acabó dentro de mi cayó ensima mio y se quedó profundamente dormido.

Como pude lo quite de ensima aprovechando que estaba muy borracho salí de la habitación solo con un abrigo que encontré, tome mi cartera y salí a la calle dejándolo ahí tirado sobre la cama.

Le dije al conserje que llamara a la policía lo antes posible y que se llevarán al hombre que estaba en mi habitación, el me miraba preocupado y sin decir nada más llamó a la policía.

Tome un taxi y fui hasta la casa de Hanna suplicando que estuviera en su casa.

Toque lo más fuerte que pude hasta que abrieron la puerta, era el papá de Hanna y al verme no pudo articular ninguna palabra, solo me hizo entrar y me dio una manta, su esposa bajó las escaleras y tras ella venía Hanna.

Al verme comenzó a llorar y me abrazó, comenzamos a llorar juntas, la mamá de mi amiga fue a la cocina a preparar un té para calmarme.
- Fue Antony cierto, dime la verdad.- asentí.
Volvió a abrazarme y se sentó a mi lado.

Comencé a contarle todo lo sucedido y su padre furioso golpeó una pared dando vueltas por la casa, la madre de Hanna llegó con el té y me dio una tasa, al tomarla no podía parar de temblar asique me fue imposible beberlo.
-Debemos llamar a la policía - dijo el padre de mi amiga tomando el teléfono.

Hanna me llevo a su habitación para que pudiera ponerme algo cómodo y no estuviera desnuda, cuando baje las escaleras vi que la policía, el señor Wilson y Bruno estaban sentados en los sillones, miré a Hanna y sólo levantó los hombros diciendo lo siento con sus labios.

La policía tomó mi declaración y me preguntaron si podía acompañarlos a la estación, no habían encontrado a Tony en mi casa asique debía ir a poner la denuncia para que la policía pudiera comenzar a buscarlo. El señor Wilson declaró a los policías que él sabía quién era y que iría a la estación a dar su declaración de todo lo sucedido en la ceremonia de mi titulación.

Bruno que había estado en silencio todo el tiempo, me miró fijamente y me dijo que me llevaría a mi casa a buscar algo de ropa y se quedaría en caso de que lo necesitara, Hanna le dijo que ella iría con nosotros a lo que el solo asintió.

Íbamos en el auto y mis manos aún temblaban, Bruno se percató de esto y puso sus manos sobre las mías en señal de apoyo sin quitar los ojos del camino. Una vez llegamos a casa todo se vino de golpe, en mi cabeza repetía una y otra vez lo sucedido, me maree y Bruno corrió rápidamente sosteniendome para que no cayera, le pidió a Hanna que hiciera una maleta con mis pertenencias y ropa cómoda que necesitaría para el día siguiente. Ella fue a mi habitación y comenzó a armar la maleta.

- Te irás a mi casa y te quedarás ahí con nosotros todo el tiempo que necesites - me dijo Hanna una vez que volvió con mi maleta.
Bruno se negó - se irá a mi casa y se quedara conmigo y no se dirá más, el estúpido debe saber que irías con Hanna y será el primer lugar donde irá a buscarte y estarás más segura conmigo- dijo poniéndose de pie - las espero en el auto y sin más salió de allí.
Miré a Hanna y esta solo sonrió y dijo - será como ud diga don mandón - rodee los ojos y salimos del dpto.
Al llegar al auto subímos en silencio y tomamos rumbo a la casa de Hanna para dejarla allí y luego irnos a la casa de Bruno.

En un semáforo rompí el silencio y le dije a Bruno - no quiero incomodarte, me quedaré con Hanna hasta mañana y volveré a mi casa por la tarde.
Bruno apretó su mandíbula y por primera vez me miró, rápidamente agaché la cabeza y me dijo
- te quedarás en mi casa y no se hable más, no puedo permitir que te quedes sola y más con este tipo suelto por ahí- dijo con dulzura, me ruborizé y solo asentí.

Al llegar a casa Hanna se despidió de mi y me dijo al oído que la llamara ante cualquier cosa, me abrazo fuerte haciendo que todo me doliera nuevamente, se alejó de mi disculpándose, se despidió de Bruno con una sonrisa y se bajó del auto.
Bruno conducía sin pronunciar una sola palabra y de pronto dio un fuerte golpe al volante, lo miré asustada y dijo - lo siento, esque no puedo creer que te hiciera todo esto, no debí dejarte ir con ese mal nacido, algo dentro de mi decía que debía pedirle tu número a mi padre o tu dirección.
- No te culpes - le dije - la única culpable fui yo ya que nunca me di cuenta del monstruo que tenia a mi lado y lo estúpida que fui en por enamorarme de él sin saber que no lo conocía realmente. - mis lágrimas comenzaron a caer y temblé nuevamente.
Bruno se detuvo en la orilla de la carretera, hizo que lo mirara y tomó mis manos entre las suyas - no tengas miedo, yo estaré aquí a tu lado cuidandote hasta que lo encuentren - dejó un pequeño beso en mis nudillos y volvió a manejar hasta su casa.