Confundido

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Simplemente estás ahí.
Sentado, parado o echado.
En tu casa, departamento o calle.
Pero decir «estar» es un decir.
Porque realmente no «estás».
Tu cuerpo sí, pero tu espíritu está perdido en tus pensamientos.
Divagando en tus imaginaciones.
En otras palabras más bonitas: soñando despierto.
O en la Luna, como más te guste llamarlo.
Esa sensación es extraña, sobretodo cuando te «despiertas» del trance.
Y lo confundes con confusión, valga la redundancia.
Pero en realidad es tranquilidad, porque ha sido un momento donde te has conectado contigo mismo, te has dejado llevar, te has asincerado contigo mismo disfrutando de esos momentos que aunque sólo hayan estado en tu cabeza se sintieron reales, sintiendo como tu corazón palpitaba emocionado por tus ideales aventuras y te sacaban una sonrisa sincera.
Date tu tiempo para conectarte contigo mismo.
Conecta tu corazón y tu mente- que no siempre están de acuerdo- para que encuentren juntos esa armonía.
Ponganse al día con sus cosas, deja que tu corazón hable y tu mente opine y viceversa.
Deja que tomen decisiones juntos.
Porque eso es lo más importante, estar en armonía contigo mismo.

El poder de las palabrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora