Amor universitario

41 3 1
                                    

Inspirado en uno de esos tantos amores de la juventud.


Pasé una noche cuestionándome lo mismo.

"¿Me gusta?"

Y mi respuesta fue "no" y las consecuencias unas hermosas ojeras debajo de mis faroles el siguiente lunes en la mañana.

A pesar de eso, llegadas las ansiadas vacaciones comencé a recordarlo sin razón alguna.

Y volví al inicio.
"¿Me gusta?"
Y ahora me respondía "tal vez".

Una no sabe lo que tiene hasta que lo pierde.

¿Y cómo voy a perder algo que nunca tuve?

Buen punto.

Después de mi pequeño debate mental decidí pensar en cómo solucionar esto.

"Para resolver el problema, primero debes reconocer que hay un problema."

En otras palabras: aceptar que me gusta.

.
.
.

El poder de las palabrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora