Capítulo 24:Rompiendo las reglas

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José:

Ha pasado mucho, Lira aun no se rinde. No puedo soportar mucho más, ya no puedo resistir. Lira desistió.

Lira:Ya no tienes la misma resistencia que solias tener al principio.  No podrás resistir y entonces procrearemos a los jinetes del apocalipsis te guste la idea o no.

Se volvió a ir dejándome sólo, lamentablemente tiene razón. Ya no podré aguantar durante más tiempo, estoy comenzando a perder la batalla. Mi mente está hecha cenizas, me cuesta pensar con claridad, en los momentos en los que me quedo sólo puedo recordar algunas cosas sin dificultad. Pero ya no puedo seguir aguantando asi, si esto continúa así voy a terminar en su poder, y juro por todo lo sagrado que no voy a dejar que éso pasé.

Jorge:

Todos han tirado la toalla, la mesa directiva optó por sentarse a esperar nuestras muertes inminentes. Ya no tenemos nada, nada que nos de aunque sea una minúscula esperanza. Ya nos resignamos a la remota idea de sobrevivir. No nos queda nada más que esperar a que ésa loca venga y nos mate a todos. Stella sigue encerrada, sigue llorando y lamentándose. Creo que de todos nosotros ella es quien se lo está pasando peor. No la hemos visto en 8 días, las plantas a nuestro alrededor comenzaron a secarse y algunos animales que por aquí habitaban, principalmente gatos y ratas, comenzaron a morir de repente sin ninguna explicación. Bueno, si hay una explicación pero de que nos sirve éso ahora. El equipo sigue buscando algo, lo que sea, que nos de un indicio de que no todo está perdido. Pero después de 5 días de no encontrar nada hemos comenzado a aceptar el hecho de que todos vamos a morir. Todos vamos a morir sin poder hacer nada. Me siento impotente ante está situación. Debí ser yo. Debí saber que el jefe no nos dejaría morir y haría algo así. Debí de preverlo y haber hecho algo al respecto. Ahora sólo queda una cosa por hacer antes de que toda nuestra civilización se extinga.

José:

Lira lo está intentando otra vez, no lo ha logrado pero noto algo diferente. Está vez me ha sangrado la nariz.

Lira:Lo vez, ya no falta mucho. Pronto van a pasar cosa maravillosas.

Se fue de nuevo, me quedé ahí bastante tiempo y comencé a escuchar una voz.

José:Quien es?

Nadie respondió, entonces la volví a escuchar.

José:Quien está ahi?

¿?:Debiste morir conmigo.

José:Esa voz.

Pude reconocerlo, esa voz se me volvió completamente familiar.

Comandante:Debiste morir cómo yo.

José:Comandante?

Comandante:Debiste caer en batalla al igual que yo, debiste de estar en mi lugar.

José:No pude verlo, si hubiera observado lo que iba a suceder............

Comandante:Me dejaste morir, no has salvado a nadie, sólo atraes la tristeza  y la desgracia a los que te rodean.

José:No quería nada de esto, nunca lo quise.

Nos quedamos en silencio.

José:No sé que buscas lograr con esto, pero no va a funcionar.

La figura del comandante se desvaneció y detrás de él salió Lira.

José:No se te ocurrió una mejor idea?

Lira:Bueno, no me puedes culpar por intentarlo.

Dicho éso comenzó a intentar apoderarse de mi mente otra vez.

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