Kenway? Cap 39

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Altair estaba furioso, el resto de asesinos se les prohibió el paso a la biblioteca de Altair mientras este hablaba con su estudiante ahora intimidada ante la presencia de uno de los mejores maestro de la hermandad.

Eva: señor le aseguro que no fue apropósito, solo fue un accidente- se defendió ella, Altair obviamente no le creyó, aumentando así la rabia que tenía ante el suceso.

Altair: abandonaste tu puesto, no mataste a tu objetivo, y te encontraste con la persona que menos debías ver. Tus actos se castigarán fuertemente niña- Eva odiaba que Altair le dijera niña, puesto que ya no lo era, siendo ahora una maestra como sus demás mentores, pero Altair no iba tratarla diferente.

Eva: ya no soy una niña Altair, tengo 23 y soy una maestra como tu, exijo que me trates como tal- pidió amablemente sin borrar el semblante serio que mantenía enfrente de su mentor, Altair frunció mas el ceño pero no siguió enfadándose, al contrario, permaneció inmóvil ante la situación.

Altair: una maestra- repitió la frase sin dejar de mirarla, Eva sospechaba de sus acciones, Altair era capaz de cualquier cosa si se lo propone- una maestra...eso crees que eres?- preguntó con burla en su voz, Eva frunció el ceño esta vez, viendo con confusión y desconfianza a su mentor mas grande.

Eva: por qué dice eso señor? Sabe bien que fui ascendida como usted, al mismo nivel- comentó Eva, Altair sonrío por primera vez en tantos años de su vida, viendo con una extraña psicopatía a Eva en sus ojos, esta se preparó secretamente por si acaso. Y al parecer funciono.

Altair se lanzó con espada en mano a su contrincante, Eva por suerte reaccionó rápido y desvió el ataque con su arma. Crearon una lucha casi sin final puesto que ambos estaban al mismo nivel, el resto de mentores de la hermandad entraron sin permiso a la biblioteca, viendo como Altair, con rabia, dolor y muerte reflejados en sus ojos, desataba su ira en una lucha incandescente contra su propia alumna, su mejor alumna.

Ezio: ALTAIR QUE ESTAS HACIENDO!?- exclamó Ezio, viendo con miedo como Eva se cansaba de a poco, dándole mas ventaja al mentor sirio para vencerla.

Altair no habló, tampoco Eva lo hizo, ambos estaban tan concentrados el uno del otro que se habían olvidado por unos minutos de las presencias de los demás mentores, viendo como espectadores la batalla sin razón que estaban teniendo entre los dos. Eva no aguantó mas y se desplomó en el suelo, haciendo que Altair se alejara por unos momentos de ella para poder vencerla de una vez por todas. Pero no se dejaría vencer tan fácilmente.

Altair: sigues llamándote mentora, novicia?- novicia, esa palabra retumbo en la mente de la chica, una rabia interior salió de ella, con una patada hizo volar la espada del sirio junto con su hoja oculta. Aprovechó su desventaja temporal para darle un golpe en el estomago y hacerlo caer de una vez por todas, dejándolo a merced del filo de su espada que Malik y él mismo le habían regalado.

Eva: sigues insistiendo en que no soy una mentora, novicio?- Altair no reaccionó, tuvo ayuda de Eva para levantarse, pero los demás fueron los que intervinieron poco después que Altair se levantara del suelo, para procurar que no volvieron a hacerse ataques sorpresa.

Jacob: podemos saber porque estaban peleando?- preguntó el mentor británico de la hermandad, tanto Eva como Altair estaban sumidos en sus pensamientos, buscando las palabras indicadas para explicarles a los demás lo que había pasado, lo que Eva había hecho, lo que Altair había escuchado.

Eva: bueno nosotros...es que...- las palabras no salían, miró a su mentor con piedad en su mirar pero tenía en cuenta que no le daría tal virtud de amabilidad, Altair tomo un gran respiro para decir las palabras correctas.

Altair: Eva falló en su misión, encontrándose con Edward- los asesinos voltearon a ver a Eva con ceños fruncidos, pensaban que ya habían superado a dicho pirata, y lo parecía.

Eva: lo supere, enserio, casi no hicimos nada en realidad, mas bien nada pasó- siguieron con su ceño fruncido, no se molestaría si ellos no comprendían, no, no llorarían porque la dejarían sola, tampoco, solo le aterraba la idea de saber qué podía ser expulsada de la hermandad por una cosa tan estúpida que le daban ganas de llorar si fuera así.

Arno: pensamos que podíamos cambiarte, pero veo que las cosas no funcionaron así- Eva se le quedó mirando, miraba a todos en realidad, o a los que quedaban vivos.

Eva: no paso nada se los puedo jurar!, Edward no hizo nada tampoco como merecer mi atención, solo camino, como un señor mayor normal y corriente.

Ezio suspiró, ella sabía que era su favorita, que es una hija para él, pero eso no se lo perdonaría o eso piensa ella.

Ezio: Eva- posa su mano en su hombro- ya eres una mujer, eres una mentora, una asesina, debes actuar como tal y si Edward llega a aparecer otra vez enfrente de ti, no tendremos otra opción mas que despojarte de tu puesto como mentora, y ser expulsada de la hermandad permanentemente- Eva abrió los ojos como platos, jamás pensó que sus propios mentores, su propia familia pudiera hacerle algo así, mas bien pensaba en una tortura o unas noches en el calabozo como reflexión de sus actos, pero no la expulsión de la hermandad.

Eva: la expulsión de la hermandad- repitió ella, Ezio estaba un poco adolorido por ese tema, no quería que ella dejase de ser asesina, era la segunda mujer aparte de Evie que conseguía ser una mentora, una muy buena mentora y asesina profesional$- no tendría lugar a donde ir si llega a pasarme eso, por favor, no me lo hagan.

Altair: ya se dijo Eva, un encuentro mas con Kenway y se acabó tu vida como asesina- decretó Altair, saliendo de la biblioteca con los demás atrás de él, Eva se quedó unos momentos pensando en si misma, en la posibilidad de ser expulsada permanentemente de la hermandad, de que dejaría su mejor vida para siempre, cosa que nunca dejaría.

Eva: si esto se puede arreglar de alguna manera, es matando de una vez por todas a Edward- salió a escondidas del castillo, por suerte de todos nadies logro observarla salir de las murallas de piedra que rodeaban la hermandad, tomó un caballo y enseguida fue a buscar a su abuelo, que estaba parado enfrente del muelle, viendo el atardecer ante sus ojos, el mismo atardecer que había presenciado varias veces en su juventud como pirata, que disfrutó con Eva como nadie tenía idea. Pero Eva ya no recordaba dichos recuerdos, o mas bien las recordaba pero no quería verlas, si no empezar nuevas vidas, nuevas emociones, nuevas familias.

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⏰ Última actualización: Jan 16, 2019 ⏰

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