El Suplicio De Una Inocente

Capítulo VI

Los personajes de Masashi Kishimoto no me pertenecen. Más la historia a continuación es de mi autoría.

AVISO IMPORTANTE
Publico sensible leer bajo su responsabilidad, la historia contendrá escena fuertes, con contenido sexual, violaciones, violencia física, maltrato psicológico, muerte de personajes, insultos a la religión, discriminación racial y lenguaje soez.

Los personajes tendrán personalidades algo distintas a las del anime.

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Día a día, las pesadillas aumentaban, cada vez sentía como la miraban, la tocaban y esas mismas palabras una y otra vez "Tu sola te entregarás a mí".

Pasaba los días en la capilla, rezando pensando que así sus pesadillas cesarían, ella sería una monja una esposa de Dios, no podía tener pensamientos pecaminosos y menos sentir deseo por algo que talvez ni a este mundo pertenezca.

Recordó el último sueño de esta noche, lo sintió tan vivido tan real, que la hizo ruborizar.

"Podía sentir como su cuerpo era recorrido por algo frío, sentía que estimulaban sus sensibles pezones, el placer era tanto que la hacia retorcer sobre la cama mientras apretaba las sábanas.

Sintió como eso la tocaba en su parte más íntima, sintiendo como acariciaba y rozaba su clítoris haciendo que gemidos tras gemidos saliesen de sus labios, sentía la punta de algo delgado rozar su entrada mientras se seguía frotando sobre su clítoris y chupaba sus pezones.

Su cuerpo se estremeció al sentir eso dentro de ella era como un dedo que entraba y salía, haciendo fricción con su clítoris, el placer era tanto que no soporto hasta llegar al límite, de pronto aún extasiada abrió los ojos para ver qué lo que están sobre ella.

Era una serpiente de dos cabezas, se quedó estática mirando las dos cabezas estas tenían unos ojos rojos como la misma sangre estaba helada, todo su cuerpo no reaccionaba y de la nada su cuello empezó a doler haciéndola caer desmayada."

Se convenció a si mismo que no fue más que una pesadilla, sobre todo era ilógico, pero la preocupaba y estaba muy avergonzada por haber despertado húmeda y deseosa de algo que no sabía que era, se reprendía a si mismo.

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-Quiero saber si ha habido algo nuevo o algún cambio en la joven que envié al convento-.

-No padre, de hecho parece una chica muy normal, se la pasa los días en la capilla y ayuda en las tareas diarias-. Decía una pelirosa frente a un escritorio.

-No creo haberme equivocado Sakura, tu y yo vimos la marca de la bestia en esa joven-. Estaba empezando a preocuparse, no podía haberse equivocado sobre la marca, acaso había sido una trampa de Satanás para desviar la vista del objetivo principal.

-Su eminencia, sabemos que si ella no es quien buscamos debemos darnos prisa en dos meses la luna de sangre saldrá-.

-Lo sé Sakura, se que el destino del mundo corre peligro si no encontramos a la elegida pronto-. Se levantó dirigiéndose hacia el ventanal de su oficina. -Creo que es hora de llamar a Ino y que ella vigilé a la chica en el convento, yo me dedicaré a buscar a la elegida. Pero al menor cambió que haya en Hinata deben avisarme-.

-Como usted ordene su eminencia-. Se retiró del lugar.

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-Hoy se integran a nuestro convento la hermana Ino Yamanaka y Sort Teresa Frazeer espero les den la bienvenida-. Decía Tsunade a las novicias y monjas del lugar.

Todos guardaron silencio pero las dos nuevas integrantes del convento, buscaron de entre la multitud una cabellera azul y unos ojos perla, para ir a sentarse junto a ella. Las dos mujeres llegaron justo al mismo tiempo al verla.

-Hola soy Ino Yamanaka, puedo tomar haciendo junto a tí-. Se presentó una hermosa mujer con unos ojos tan claros y azules como el cielo.

-Claro-. Dijo tímidamente la peliazul.

Una castaña sólo miro la escena, pero en silencio tomo asiento detrás de la peliazul y la ojos celestes. Sabía que tenía que ser disimulada, y sería raro que las dos nuevas se acercaran a una novicia así de la nada.

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Al llegar la noche todas las novicias y monjas se dirigieron a sus respectivos habitación, pero una peliazul decidió salir a dar un pequeño paseo por el alrededor del convento ya que este estaba situado en medio de un frondoso bosque. Empezó a caminar y caminar hasta llegar a un cementerio, el lugar le parecía algo tétrico, pero nunca supo el porque sus pies se negaban a regresar, de pronto escucho un sonido que erizo todos los bellos de sus cuerpo y una silueta tenue se cernían entre la neblina. Todos sus sentidos se ponían en alerta y en su mente sólo podía empezar a rezar mientras apretaba el crucifijo en su cuello.

Se quedó inmóvil mientras seguía con sus oraciones hasta que visualizo mejor la silueta era una monja ya algo entrada en edad con los ojos café, tan cafés que hasta parecían negros.

-Pequeña que haces aquí a estas horas-. Dijo acercándose la mujer.

Pudo apreciar mejor a la mujer al tenerla cerca, era Sort Teresa. -Mis disculpas, sólo... Daba un pequeño paseó-.

-El cementerio no es un lugar para pasear querida-. Dijo sonriendo. -Mejor ven, acompaña a esta anciana a volver-.

Así llegaron al convento y la anciana dejo a la joven en su cuarto.

-Pero que mal te queda ese disfraz de una vieja zorra religiosa-.

-Karin-. Dijo un poco sorprendida, la castaña deteniendo su andar y girándose hacia el lugar de donde venía la voz.

-No deberías meterte en esto-. Unos ojos rojos brillaron en la obscuridad. -Si el maestro se entera te destrozara-.

-Son mis acciones y desde hace mucho pertenezco al Limbo-. Siguió caminando hacia su habitación.

-Para el maestros sus hijos siempre serán sus hijos, cuando sepa de tu traición te matará-. Trato de seguirla para hacer entrar en razón a la mujer frente a ella.

-Escuchame bien Karin, yo soy mi propia dueña, no pertenezco ni a Satanás ni a Dios.- Se detuvo aún dando las espaldas a la pelirroja. -Y sí, dicelo muy bien a tu maestro, ahora dejame en paz, aslo por el amor que un día nos tuvimos-.

-Pero Ha.... -.

-Calla ya-. Dijo empezando a retomar su caminó. -Yo ya decidí con quien pelear está guerra y si te pones en mi camino te mataré sin dudarlo-.

La pelirroja sólo quedo con su vista gacha mientras gruesas gotas caían por sus mejillas.

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Aquí otro capítulo más, espero que haya sido de su agradó si es así les agradecería mucho si me lo hacen saber.

Disculpa por las faltas ortográficas y espero hayan disfrutado de este capítulo.