Los álbumes son lo mejor que existen, puedes ver las fotos de grandes recuerdos que no quisieras olvida nunca, que por siempre quieres que duren en tu memoria. Que mejor un álbum donde todo nuestro romance esté guardado y cuidado por ambos, poder mo...
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¿Cómo olvidar aquellos días donde él puso todo su empeño para ser romántico?, ¿cómo olvidar cuando no dijo groserías frente a ella? No pretendía cambiar su actitud, al fin y al cabo ella lo amaba tal y como era. Sin importar su temperamento explosivo, sus impulsos, su actitud, sus gustos, sus malas palabras, eso y más no importaba, para ella era perfecto. Sus cabellos rubios cenizos alborotados, sus ojos rojos carmín que eran un perfecto rubí recién pulido, su ronca y varonil voz que hacía flaquear sus piernas al oírla en su oído, sus labios, su rostro, su cuerpo. ¿Cómo podía existir una persona tan perfecta?, y sobre todo aquella joven se preguntaba, ¿cómo se pudo fijar en ella?
Cuando se veía al espejo se comparaba, era mucho más baja que él, su cabello y ojos eran de un color muy común en la sociedad, café. Su rostro era redondo y no definido como el de él, sus mejillas eran grandes al igual que sus ojos. Era lo contrario a él, y aún así la eligió por encima de todos. Su ahora esposo, se encontraba en una misión de héroe fuera de la ciudad. Ambos vivían juntos desde que fue su tercer aniversario de noviazgo, hoy era el segundo aniversario de casados y él no se encontraba ahí. No lo culpaba, estaba trabajando en lo que es su gran sueño, por lo que a Ochako no le molestaba.
Dio un largo suspiro, se sentía sola y claro que lo estaba. Durante meses atrás había pensado una y otra vez qué regalarle en su segundo aniversario, todo había sido en vano, pues él no se encontraba ahí, así que sería su primer aniversario en años que estaría sin él. Caminó por la casa para apagar los interruptores de luces, ya que no estaría su esposo su mejor idea fue dormir. Al llegar a la habitación, entró con tranquilidad. Sobre la mesita de noche miró aquel gran tesoro para ella, la foto de ambos en su boda, por primera vez su amado esposo sonreía más que estar enojado.
Al parecer, al igual que ella se encontraba emocionado por la boda que incluso de los nervios olvidaba decir groserías como comúnmente lo hacía. Dio una risa al recordar aquel momento, se sentó en la cama y para no sentirse sola aquella noche comenzó a recordar cada momento lindo junto a él. Esos momentos que jamás quisiera borrar de su mente, aquellos que quisiera vivir una y otra vez. Esos momentos donde ella descubrió que era el amor de su vida y que jamás lo quería lejos de ella.
