Capítulo 8

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Judith Crimson y Joe Mazzello

Eran las 4:35 de la mañana y Ben yacía mirando al techo con sus brazos sobre su pecho

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Eran las 4:35 de la mañana y Ben yacía mirando al techo con sus brazos sobre su pecho. Los truenos sacudían su ventana y era el único sonido además de la lluvia. Esperaba que anunciarán que se iban a cancelar las clases así podía estar a solas con Gwilym. ¿En que se había metido ahora? Todo le salía mal a Ben que podría llenar un libro entero de todos sus problemas sin resolver.

Su celular empezó a sonar, era Lucy.

-¿Boynton? -pregunto con voz algo ronca.-¿Paso algo?

-Solo quería decirte que no habrá clases hoy y mañana.-dijo con una voz tranquila. Extraño en alguien tan animada como Lucy.-La maestra acaba de anunciar a todos en la escuela.

-¿A esta hora?

-Bueno, solo faltan 3 horas mas para que fuéramos, lo veo algo justo.-se quedo un momento en silencio. Escuchaba su respiración algo agitada, como si terminará de haber corrido.-Descansa Jones.

-Igualmente Boynton.

Finalizó la llamada dejando caer el celular a un lado de él, ahora solo tenia que preocuparse por una cosa, Judith.

8:45 de la mañana y Ben se estaba despertando, había tardado otra hora en dormir y cuando por fin lo logro creyó haber dormido más, mala serte pensó. La habitación estaba helada, se paró poniendo la cobija sobre sus hombros y caminando con ella hasta la sala. Se preparo una taza de café y camino de vuelta a su cama. Tenía que seguir pensando sobre Gwilym, su conversación de ayer en la noche lo estaba comiendo vivo, si no hacía algo, terminaría muriendo.

Tomo el celular y busco el numero de Gwilym, cuando lo encontró no dudo ni un segundo cuando marco.

-¿Ben?- escucho su reconocible acento.-Apenas iba a llamarte, saldré hoy en la tarde con Rebecca y creí que podríamos vernos tu, yo y Judith en dos horas.

No esperaba iniciar la conversación así ¿Dos horas? La ansiedad de Ben subía excesivamente por su cuerpo, pasaba hasta su corazón haciéndolo latir rápidamente.

-Yo...claro, te espero aquí en mi casa en dos horas.

-Claro, adiós.

La llamada finalizó con Ben dejando salir un fuerte suspiro, dejó la taza en la mesa a lado de su cama y cubrió su cara con sus manos. 9 en punto y Ben estaba caminando lo más rápido posible aun poniéndose su chamarra, estaba arriesgando su vida en ese infernal frío por algo que le dijo a su amigo la noche anterior, se estaba arrepintiendo de sus actos en ese momento. La nieve cubría sus pies y la era difícil caminar pero lo vio, vio la casa a lo lejos y entonces ahí sintió seguridad.

Llego hasta su puerta y sacudió sus zapatos, con sus manos temblando toco dos veces la puerta. Ahí estaba esa hermosa sonrisa.

-Hola Judith.-sonrió, se le quedaba viendo con una expresión de confusión.-¿Puedo pasar?

La noche que nos conocimosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora