Joe había encontrado una razón por la cual aun creer en el amor, esa noche donde los dos se conocieron y no pudieron pedir algo mejor.
Pero la vida de Joe se complica cuando viejos y nuevos amores se interponen entre él y su actual pareja ¿será capa...
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Era miércoles por la mañana. El reloj apenas daría las 5 de la mañana pero Ben estaba más que despierto mirando al techo mientras sus manos estaban en su pecho. Miro a su izquierda como Joe dormía tranquilamente con la cabeza en su dirección, le parecía totalmente hermoso la manera en que se veía por las mañanas. Tan tranquilo sin que nada le molestara.
Se acercó lentamente hacia el y su mano toco su mejilla, su cara estaba caliente y suave. Respiraba con tranquilidad y Ben se acercó a dejarle un beso en la mejilla para levantarse e ir a la cocina. El día estaba helado y su cuerpo temblaba con cada paso que daba. Tomo una taza y se preparo algo de café cuando sintió que su celular sonaba desde su bolsillo del suéter.
Era Camren, ¿Que hacía llamando a esas horas?
-¿Camren? ¿Estas bien linda?
-Lo estoy, bueno, algo.-la escucho reír.-Yo solo, no tengo idea de porqué te llame.
Los dos soltaron una carcajada, Ben tomo una taza sirviendo el agua.
-¿Pero segura que estas bien?
-Sip, estoy solo teniendo una crisis emocional.-río dejando salir un sollozo.-Me estoy imaginando como serian tus hijos con Joe.
Ben abrió completamente los ojos con sus mejillas rojas. De su boca salían pequeñas risas.
-Dios, sería lo más hermoso del mundo.-volvió a reír. Ben estaba seguro de que estaba ebria.-Debo ser la madrina.
-Lo serás Camren pero debes dormir, en un rato mas te veo allá.
-Adiós ojos bonitos.
-Adiós linda.
Sus palabras seguían sonando en su cabeza ¿Sería que algún día él y Joe podrían vivir felizmente juntos? Si fuera así, nunca quisiera que se fuera de su lado, siempre juntos en las malas y las buenas.
Subió las escaleras sin hacer ruido y entro de nuevo a la habitación cerrando sigilosamente la puerta. Se sentó en la cama tomando de su café, se recargo y el caliente café lo hizo sentirse más cálido. Joe se movió abriendo lentamente sus ojos y viendo a Ben tomar de su café.
-Mm, buenos días.-le sonrió Ben.-Apenas son las 5:15, puedes seguir durmiendo.
-No lo creo.-le dijo estirando sus brazos.-Ya estoy mas que despierto.
Le extendió su taza de café y él la tomo con gusto. Se sentó en la cama con él tomando del café, sus hombros se volvieron a juntar. Ben lo miro como tomaba de la taza, tan relajado con su cabello hecho un desastre y sus ojos medio abiertos.
-¿Que tanto me ves? -pregunto riendo con sus mejillas rojas.
