Pi-Pink-Min. Yoonseok/2seok

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Hoseok recuerda muchos años atrás, cuando creía que Yoongi le estaba declarando su amor, recuerda pensar que nada lo había preparado para eso y estar desesperado por no saber qué hacer o como decir las cosas.

Oh, vaya que se hubiera reído si alguien le hubiera dicho entonces todo lo que sucedería después.

Ahora tampoco se siente preparado para terminar con Jin.

Es Jin. Y Hoseok sabe que más que nunca, la palabra “terminar” tomará un sentido real y no metafórico.

Hoseok realmente no se siente con el valor de hacerlo porque es Kim Seokjin y nadie en el mundo debería hacer algo para hacerlo sufrir o llorar, de hecho, las personas a su alrededor como que deberían sonreírle siempre para hacerlo sonreír también.

La cosa es que Hoseok tampoco tiene el valor de seguirlo engañando.

Debe ser un engaño estar con alguien que amas y sabes, te ama pero sentirse confundido porque amas a alguien más también. Al menos, es algo que Jin no merece.

Jin merece una persona para quien él sea lo único, lo más importante, lo mejor. Es lo mejor en la vida de Hoseok pero Hoseok en este momento, no es lo mejor para él.

Cuando le dice a Jin que tienen que hablar, por supuesto que Jin no lo toma como algo malo como todos los demás en el mundo lo harían porque es Jin y en su lugar, bromea diciendo “¿Me pedirás matrimonio, Seokie?”

La cosa es que Hoseok realmente disfrutaría estar casado con Jin. No sería muy distinto a la vida que han llevado juntos hasta ahora, solo se le añadirían buenos besos y algo más, con un Jin extra suave y cariñoso, poco más que el normal pero lo demás, sería igual. Y Hoseok nunca se ha quejado de su vida.

El problema después es que Hoseok piensa en Yoongi y en la noche que pasaron juntos y en cómo se siente un poco hechizado por él y que si no está al cien por ciento con Jin, ni siquiera debería soñar con el privilegio que es estar casado con Jin.

En una parte profunda de su mente cree que en realidad elige a Jin y por no querer hacerlo sufrir con alguien como él, lo dejará ir.

Cuando Hoseok no sonríe y sigue el chiste ni hace otra broma, Jin se da cuenta que algo serio sucede y cuestiona “¿Qué pasa, bebé?”

“Jin hyung” comienza Hoseok y las pocas ganas que tiene de hacer esto desaparecen casi por entero cuando Jin se prepara para escucharlo, con todo su cuerpo girado hacia él, con sus ojos clavados en los de Hoseok, con su sonrisa paciente que dice que escuchará lo que sea. “Yo…tú me hiciste una confesión una borracha, aquel día, frente a todos nuestros amigos…y yo…no podía decirte que no”

Quizás no sea la forma de empezar pero ¿es que hay una forma de empezar a acabar con la persona que amas?

Además, es lo más sincero que se atreve a ser con él en un principio. Eso es cierto. Hoseok creía que Jin estaba borracho y jugando, aunque claro que la sonrisa que tenía entonces era la más sincera que le había visto y quizás por eso no podía decirle que no.

Quería mantenerlo sonriendo. Quiere hacerlo aun. Es solo que no se cree digno de esa sonrisa.

Jin no dice nada y sigue esperando escucharlo más.

“Estoy confundido, hyung” Hoseok confiesa. “Yo en realidad nunca imaginé esto…quiero decir, tú y yo juntos, en una relación y ahora…”

Hoseok puede ver la incredulidad total en los ojos de Jin cuando la realización lo golpea.

“¿Tú no me quieres?” cuestiona el mayor con un hilo de voz antes de que Hoseok diga más.

“No, no, no” Hoseok repite de forma inmediata sacudiendo la cabeza con énfasis. “No se trata de eso, yo te quiero desde la primera vez que te vi porque tú eras uno de los chicos mayores geniales del barrio y aun así estuviste consolándome porque mi gatito murió y te quise todos los días que le siguieron a ese hasta hoy, muchos años después, Dios, hyung, yo haría cualquier cosa por ti porque eres mi jodido héroe, eres brillante, eres mi cielo, mi estrella y creo toda mi suerte se basa en tenerte. Claro que te amo”

“Se siente como si vas a terminar conmigo, esas cosas…se escuchan como si estuvieras diciéndome lo mucho que me quieres primero para luego añadirle el pero” Jin murmura en voz baja frunciendo el ceño, como si no lo pudiera creer, como si no estuviera escuchando correctamente, como si esperara que lo que dice Hoseok sea un error.

Hoseok se muerde el labio y trata de comenzar de nuevo “Hyung”

“No lo hagas, no lo hagas, bebé” dice Jin en una voz que suena casi histérica mientras se ríe casi maniático y se pone de pie porque no lo puede creer. “Literalmente, creo que terminarías conmigo, sabes, como…me destrozarías, no quedaría nada de mi” susurra al final y Hoseok puede percibir el dolor de su mejor amigo incluso antes de que lo asimile.

O quizás que todo el dolor viene desde su propio interior.

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