Mis delirios en noches de insomnio

II- ¿Help?

"Si expresas lo que sientes todo el mundo creerá que estás loca."

Soy un ave que busca desesperadamente salir de la jaula para emprender su vuelo hacia el infinito, pero hay algo que me detiene y no puedo dejar de preguntarme el porqué.
¿Qué es lo que me ata más allá que mi misma? ¿Por qué una parte de mi aún sigue luchando por permanecer encerrada? ¿Qué es esto que surge para apagar el incendio cada vez que nace y por qué?
Yo no puedo, no puedo controlar mi sed de libertad ni este fuego que crece cada vez que me acerco al precipicio. Me siento atrapada en medio de una puerta tratando de decidir si debo quedarme o si debo ir en busca de lo que necesito más allá de mis rejas.
Los gritos de mis allegados me han perturbado tanto que mi vista se ve nublada y me confunde. Ya no puedo ver lo que refleja el espejo de mis sentidos y emociones, mejor dicho, ni siquiera sé si aún los tengo. Y no puedo comprender a qué se debe esto ¿Dónde está el supuesto amor de mi parvada si prefieren verme vivir en cautiverio a llorar mi huída hacia el más allá? ¿Qué pasó con su sentido de la empatía si cada vez que decido saltar me cierran las rejas?
Necesito acallar estas voces que pelean dentro de mi una y otra vez para poder apagarme.
Pero duele, es un dolor físico y momentáneo que no se asemeja a mis ganas de volar, aunque me calma, de alguna forma me calma.
Soy como una adicta que trata de abastecerse con dosis de placebos para no llegar a la droga.
Un pajarraco me dijo que necesitaba ayuda, creí que extendería mis alas o me daría el empujón que necesito pero solo me ató más y más al suelo.
Intentó convencerme de que el vuelo es para los que están verdaderamente locos, y estaba en lo cierto, si que lo estaba. La locura es una fruta tan dulce como ácida que solo un ser que ve lejos del horizonte disfrutaría. Y yo la disfruto pero ya no me sacia.
Tengo un completo universo jugando al caos dentro de mi pecho pero tengo que ocultarlo para no perderme.
No necesito ayuda, no necesito respuestas, necesito soltarme. Liberarme y que el viento llene los espacios que deje el mundo que me habita después del salto. Como la primera comida después de tanto vómito.
"Yo soy parvada de un solo pájaro y yo decido mi propio destino", les repito una y una vez pero mi voz les es inaudible.
Exponer las ráfagas de luz que brotan de mi no va a resolver las cosas ¿Por qué no comprenden? No sienten el dolor que me provoca ocultar mis alas y seguir aferrándome a esta jaula sucia.
Maldita locura por la que me señalan y me juzgan, no necesito tu pena, no necesito tu compasión. Sólo quiero elevar mi vuelo bien alto y olvidar a este mundo que me concibió para ser un ave que sufre en cautiverio. Un ave que vive para complacer su entorno y no es capaz de alcanzar la propia felicidad.
No lloren por mi, lloren por los conformistas y los abatidos que se hunden en la hamaca de las penas mientras en su rostro prefieren reflejar lo que no es. Yo ya no formo parte de ellos, porque decidí ser libre. Libre de este juego donde todos cambiamos de máscara acorde a quien nos visite y vivimos en un teatro constante. Actuando, fingiendo, mintiendo. Siguiendo las leyes de las sonrisas falsas que guardan odio y desprecio a quien la observa.
Me entregaron en bandeja la opción de ser un canario y cantar hasta el fin de mis días endulzando los oídos ajenos mientras sostenía el cuchillo en mi garganta. Entonces decidí que no iba a formar parte del club de los mediocres. Nadie debería callar tu esencia ni transformarte en una proyección de sus propios deseos, si te dejas, perdes.
Y yo no me dejo, ni por mi misma.
Sé que en su momento mi vuelo será majestuoso y traerá el antídoto para todo el veneno que me rodea. Sólo es cuestión de esperar a que mis alas hayan sanado lo suficiente.
Si no le encuentras sentido a esto, es porque lo estás mirando desde el ángulo equivocado. Te deseo suerte.