Comenzamos esta aventura siendo niños con sueños que ven el mundo como un hermoso lugar donde todo es posible. Creamos proyectos, metas, e idealizamos nuestro futuro sin prejuicios, sin miedos, sin trabas. Sabemos que somos, que queremos ser y no dudamos al decirlo, porque lo sentimos, y eso es suficiente para querer concretarlo.
Conforme vamos creciendo nos enfrentamos a un mundo donde todo ya está programado. Donde otros eligen y dictan qué debemos ser, nuestro valor, donde todo gira en torno al materialismo, al poder y al aparentaje. Y es ahí en cuando nos damos cuenta de que la vida es difícil, que los sueños no siempre se cumplen y que debemos seguir ciertas reglas y pautas para ser "alguien". Porque no basta con nacer, con pensar y sentir, tenés que estudiar lo que quieren que estudies, tener un empleo, generar dinero y alimentar el bolsillo de otros. Nos van metiendo la idea de que vale más lo que tenemos que lo que somos, que necesitamos tener lo último en moda, en tecnología, la mejor casa, el mejor vehículo, dinero, para ser felices, para ser "alguien", de lo contrario no importamos y somos desdichados. Y lo creemos, llegamos a tener tanto miedo al fracaso que nos exigimos hasta el cansancio para ser lo que esperan de nosotros, para poder encajar. Pero en el viaje vamos perdiendo esa magia, esa esencia que nos caracteriza. En la búsqueda por la aceptación terminamos fingiendo ser otra persona para que los demás se sientan cómodos con nosotros mismos, en vez de ser nosotros mismos y buscar a quienes se sientan cómodos por lo que realmente somos.
Y así nos dañamos, nos cambiamos, nos perdemos, enterramos nuestros sueños, apagamos la esperanza y nos limitamos sólo a existir, a existir como dicta la sociedad.
A vivir en modo automático como máquinas huecas para poder sobrevivir.
Son pocos y admirables aquellos que deciden librarse de todo esto y vivir acorde a lo que sienten, haciendo caso omiso a las burlas, al dedo acusador de la sociedad, a las críticas, a los moldes, a lo que se debe o no se debe ser.
Vivamos con libertad, modifiquemos el mundo para hacerlo más hermoso en lugar de dejar que nos modifique a nosotros y perdernos. Seamos felices, seamos libres.
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Mis delirios en noches de insomnio
Random¿Han tenido alguna vez esas noches en las que quieren dormir pero no pueden parar de pensar? ¿En las que su cerebro no se apaga y la imaginación explota? Bueno, lamentablemente yo si, y de esto va mi libro.