Be My Light [BNHA] [Shinsou Hitoshi x Lectora]

Capítulo 17

Termino de empacar sus pertenencias, suspirando sonoramente al cerrar el último bolso. Lo más complicado de embalar era el cuadro enorme, el cual tapo con varias telas negras para evitar cualquier contacto con el exterior. Su habitación se veía algo vacía sin sus pinceles desparramados por todos lados, las tazas de agua de tonos marrones o los diferentes trapos que usaba para limpiar los residuos de pintura.

A medida que bajaba de las escaleras con los bolsos, no podía dejar de repasar la casa con sus ojos. Paso por muchos cambios durante su estadía, desde la decoración hasta las personas que comenzaron a vivir allí.

Se detuvo en la puerta de entrada, en el momento justo que Shinsou aparecía con Parda en brazos, solo con una venda ajustada a su pata. Hoy era su chequeo médico, pero (T/n) no pudo ir porque debía empacar para irse en unas horas, después de todo la muestra de arte seria en dos días. Tenía que estar presente para colocar sus obras y ubicarse en el museo.

―¿Qué tal les fue? ―El híbrido tenía una leve sonrisa.

―Parda podrá caminar sin ningún problema desde ahora, pero por precaución se quedará con la venda un par de días ―Sus ojos violáceos se detuvieron en los bolsos―. ¿Guardaste todo lo necesario?

Ella asintió, acercándose para acariciar a la minina en sus brazos.

―Sí, también pedí un Taxi ―(T/n) suspiro―. ¿En verdad vas a estar bien por tu cuenta?

Hitoshi dejo en el suelo a Parda, que maulló y se alejó en un trote ligero en dirección al bosque. No la detuvieron, estaban seguros que extrañaba su hogar y a los demás gatos con los que convive.

―Bueno, los del supermercado se acostumbraron a que vaya a comprar y al parecer les agrado a las abuelitas ―Se encogió de hombros―. Estaré bien.

―Dejaré dinero, usa lo que necesites sin vergüenza ―Del bolsillo de sus pantalones saco una tarjeta―. Tarjeta de crédito en caso de que suceda algo.

―No necesito tanto, (T/n).

Ella insistió, apretando la tarjeta dorada contra su mano de forma obstinada. Shinsou aceptó con un bufido.

Se mantuvieron en un silencio breve, donde solo se concentraron en los ojos del otro. Los orbes violetas de Shinsou brillan igual que dos amatistas gracias a la luz del sol que da sobre su rostro pálido. En otra oportunidad, tal vez, le pida para que sea su modelo vivo.

―¿Qué tal si vamos a comer algo y luego damos un paseo? ―Sugirió sonriente―. Hay un pequeño restaurante, hacen muy buena comida.

―¿Cómo una cita? ―Dijo, y por un momento ella creyó que era un chiste o una burla como suele hacerlo. Pero al ver su mirada seria y el vaivén nerviosa de la cola, supo que no lo era.

(T/n) se ruborizo.

―Si, como una cita.

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Fue agradable pasar las horas restantes al lado de Shinsou, recorriendo el pueblo sin preocupaciones, con el estómago lleno y varias risas de por medio. Le alegraba verlo relajado, porque ahora tiene un hogar donde vivir y no corre peligro de cruzarse con control de híbridos. Aunque todavía sigue sin placa, si hay alguien que se hace cargo de él, no podrán hacerle daño alguno.

(T/n) lo acompaño al Campamento de nuevo, para despedirse de los gatos que ya conoce. Además, Shinsou también aprovecho la ocasión, ya que no pasaría tanto tiempo con ellos a partir de ahora.