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Cuando se trata de ti.

Todo pesa, como la sensación que provee una delicada nube de humo de cigarro, demasiado asfixiante para respirar en ella, pero lo suficientemente adictiva como para quererla cerca. Mi corazón duele. Está mal, lo . Y si yo sé que no es como debería ser, ¿por qué razón sigo a tu lado?

Las mayoría de las veces que Jungkook observa a Jimin, éste último no se da cuenta. O quizás si, ¿cómo saberlo? Siempre suele mirar a otro lado. Su teléfono, el paisaje, alguno de sus amigos. Cualquier cosa, menos a él.

Ha sido así desde hace un par de meses, una pequeña parte de los dos años que llevan como pareja. Y a Jungkook le duele, de alguna manera. No porque crea que esté haciendo aquello con el fin de lastimarlo; es la indiferencia. Porque ni siquiera se da cuenta. No tiene que verlo, ya no es necesario, Jimin sabe que está ahí para él y eso es suficiente. Como si no fuese necesario asegurarse. Como si ya realmente no valiera.

Como si todo a su alrededor fuese mucho más importante que él.

No obstante, aunque Jungkook sabe que no es lo correcto, prefiere callar sus sentimientos. Porque también está al tanto de que Jimin no va a hacerle caso. Porque ya lo ha intentado antes y siempre ha obtenido el mismo resultado.

-¿De qué hablas? No comprendo.

Ni siquiera al ver sus ojos cristalizarse. Jimin siempre le dirá las mismas palabras.

-Todo está bien entre nosotros, ¿no?

-Si, pero...

Una sonrisa y se arregla.

-Entonces está bien.

Él asentirá para si mismo y lo olvidará, sólo eso y nada más. Y luego, Jungkook le verá marcharse con tranquilidad, mucho más perfecto que al entrar, nuevamente reprendiéndose por ser tan exageradamente dramático.

Si para Jimin todo estaba normal, ¿por qué para él no iba a estarlo?

Es por eso que prefiere ignorarlo, a pesar de que lo odia. Y el tiempo sigue igual, las cosas tampoco cambian, simplemente se acumulan. Al igual que un armario atestado de ropa o un vaso llenándose de pequeñas gotas, todo lentamente, pero sin descanso.

En medio de sonrisas forzadas a las que se aferra, uno de sus amigos lo nota aún cuando intenta ferozmente ocultarlo.

Jimin no lo dice en voz alta, claramente, pero Taehyung sabe que su comportamiento no es lo que es porque si y ya. Hay alguien más y por eso hay reglas nuevas. Por eso Jungkook ha dejado de estar en primer plano; por eso Jimin casi ya no sale con él; por eso apaga su teléfono para que no pueda llamarlo y por eso llega tarde a casa sin explicación aparente. Por eso.

Y cuando todo explota, parte de él se siente decepcionado. Porque a pesar de todo eso cuanto fue consciente, las noches de consuelo, todas las lágrimas caídas, el dolor, las heridas y el sufrimiento, Jungkook lo perdona. Porque lo ama con locura, porque Jimin le implora una segunda oportunidad y porque un error lo comete cualquiera.

Pero su relación ya no es la antes aunque no quieran verlo. Las razones si importan, y hay una para cada cosa que sucede. No tiene sentido. Porque Jungkook no ha cambiado en nada, pero Jimin ha cambiado en todo.

Pensando quizás que si pasó por alto su infidelidad, el amor todo lo puede, entonces podría soportarlo. Y las costumbres son fuertes, si, no obstante, incluso el hierro se vuelve blando al contactar el tiempo suficiente con la temperatura indicada.

Cuando se trata de ti «Taekook»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora