~ Paradise City ~ (Slash)

De gira - Parte #4

Hola mis lectoras!!. Lamento la demora. Espero les guste el capi.

Disfruten!!.💋

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Íbamos camino al segundo show. Axl en todo momento tenía a Erin a su lado y era muy cariñosa con ella, se veían muy tiernos juntos. Me recordaban a Izzy y Alma cuando empezaron a salir.

- Amadas sobrinas, quiero decirles algo. - pidió nuestra atención tío Steven. - Quiero compensarlas por la fiesta de ayer. Se que no fue el mejor lugar para ustedes. ¡Aunque me enteré no la pasaron tan mal!. - se burlo, provocando la risa de todos. - ¡Mañana tendremos el día libre y organizaremos una fiesta para celebrar el éxito de la gira!. - comento con entusiasmo.

- ¿Sin strippers?... - pregunte.

- Sin strippers. - afirmo.

Era una muy buena idea. Nos despediremos de esta hermosa ciudad con una gran fiesta.

Disfrutamos nuevamente del show pero ahora en compañía de Erin. Es una chica muy simpática y amigable una vez que la conoces. También es fanática de la banda, asique coreaba todas las canciones con nosotras. Fue muy divertido.

Si hay algo de lo que nunca me cansaría de ver, es a Slash tocar. Su estilo, su técnica, sus locos bailes y la forma alocada de sentir la música. Soy su fan #1.

También disfruto de nuestros momentos a solas. Cuando me aparta del resto, se muy bien lo que significa. Y me encanta. Pero, trato de evitar las conversaciones sobre "formalizar" lo nuestro.

- Me encantan tus besos, preciosa... - dijo acariciándome tiernamente. Estábamos en un lugar apartado durante la presentación de Aerosmith.

- Tu me encantas, lindo... - dije volviéndolo a besar.

El beso fue tomando rumbo propio. Slash metió una de sus manos bajo de mi blusa y acarició mis senos, con la otra mano acariciaba mi cintura. Sus caricias me fascinan.

- ¿Que te parece si faltamos a la fiesta de mañana y nos vamos por ahí?. - pregunto rozando su nariz en mi cuello, erizándome la piel.

- Se lo prometí a mí tío... - le recordé.

- Agua fiesta. - se quejo, aún besando mi cuello. - Quiero hacerte mía otra vez. - dijo con notorio deseo.

- Después del show... - prometí.

Empece a pensar en lo rápido que se dieron las cosas. Primero fue mi compañero de trabajo, luego un amigo, después un intento de algo más o "amigo con derecho" y ahora somos una especie de pareja "informal". Eso me hizo reír.

- ¿De qué te ríes?. - pregunto divertido por mi risa.

- Cosas que vienen a mi mente. - respondí sin más.

- ¿Ah, si?. ¿Cómo qué?. - pregunto con interés.

- Nosotros. Nuestra historia... - empecé a decir pensativa. - ¡Caí en la cuenta que tengo sexo con mi mejor amigo!. - liberé una carcajada.

- Es curioso, yo lo veo diferente. - analizó.

- ¿Diferente cómo?. - me extrañé.

- Yo siento que hago el amor con mi novia de toda la vida. ¿Curioso, no?. - sonrió.

- Slash... - dije desviando la mirada.

- Tranquila, te entiendo. Te incomoda la idea de "formalizar" nuestra relación. - dijo muy asertivo. - Desearía presumirte a todo el mundo como mí novia. Pero, me conformo con ser el único que disfrute de tus labios y tu cuerpo. - me sorprendió su forma de pensar, incluso me hizo sentir culpable. Después de un corto silencio, acarició mi rostro y beso tiernamente mis labios. - Ya es hora preciosa, debo volver. - aviso con una calida sonrisa.

- Si, vamos. - asentí. Me ofrecio su mano y volvimos con los demás.

"Dream on" se había transformado en nuestra señal para volver, pues sabíamos que después de esa debía subir. También se convirtió en nuestra canción. Digamos que marcó un antes y un después en nuestra relación. Cuando empecé a ver a Slash y a Saul como la misma persona.

No podía dejar de pensar en sus palabras. ¿Qué estoy haciendo?. Hace unas semanas se intoxicó hasta enfermar solo porque creyó perderme, ya conocía su faceta sensible con respecto a las relaciones sentimentales. Tiende a autodestruirse es muy tonto. Ahora, se muestra tan maduro y seguro de sus sentimientos que lo desconozco. Soy una estúpida, no sé que es lo que pienso tanto. Debería decirle que sí y al diablo todo. No pierdo nada en intentarlo, ¿verdad?. Pero tampoco quiero pecar de ilusa e inocente y creer que todo será color de rosa. No tengo garantía de ello.

El show terminó, tan bueno como el de ayer. Otra noche exitosa. Bajaron rebosando de alegría y dispuestos a celebrarlo. Decidimos festejar en el bar del hotel de manera mas privada y tranquila. El descontrol lo dejaríamos para la fiesta de mañana.

La estabamos pasando muy bien, como es habitual. Pero yo necesitaba hablar con Slash a solas. Le hable al oído y de la mano me lo lleve al balcón. Detrás nuestro se escuchaban silbidos y comentarios pendejos, seguro pensaron que tendríamos sexo.

- ¿De qué quieres hablar?. - pregunto acomodándose en la baranda mientras buscaba algo en sus bolsillos. Saco un cigarrillo de hierba.

- Sobre nosotros, nuestra relación... - dije nerviosa. ¡No sé porque me costaba tanto hablar sobre esto!.

- ¿Vas a decirme que sí?. - pregunto entusiasmado, encendiendo el cigarrillo.

- Mmm, no... - respondí dudosa. Se rió como si ya esperara esa respuesta. - No, aún. - aclaré.

Me ofreció fumar con él. Se lo acepté, necesitaba relajarme. Slash me miraba atento, se sonreía y mordía su labio inferior.

- Que sexy eres. Me volves loco... - dijo devorándome con la mirada. Sonreí complacida devolviéndole el cigarrillo. No le hice caso, estaba concentrada en lo que quería decirle.

- Quiero que durante esta gira sigamos como "amigos con muchos beneficios"... - hice comillas para hacer énfasis. - Sabes que debo volver a mitad de la gira, y eso te dejará libre para comportarte como un puto mujeriego si quieres... - dije con gracia, lo hice reír. - Si fuera tu novia ahora, no soportaría que me engañes con otra. ¿Entiendes?. - dije seria. Hablaba enserio, si quería algo serio conmigo debía dejar esas pendejadas. De lo contrario podríamos seguir así, sin compromiso.

- ¿Entonces no confías en mí?. - acuso levantando una ceja.

- No. - fuí directa. - Eres un maldito mujeriego y eso me queda claro. ¡No lo niegues!. - advertí. Liberó una fuerte carcajada, era verdad.

- Ok preciosa, tú ganas. Durante la gira seremos lo que tu quieras... - me tomo de la cintura y me acerco con deseo. Yo sonreí, esa idea me agradaba.

Nos besamos con pasión y disfrutamos de la vista mientras nos terminabamos el cigarrillo de hierba. Por suerte no era tan fuerte como el que nos regalaron en el bar de strippers.

La noche era perfecta y en compañía de Slash aún mejor.

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