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—Mamá, ¿estás segura de esto?— pregunté, al estar de pie frente a la puerta principal de Los Steins.
Mamá acomodó su suéter y su cabello detrás de sus orejas, luciendo determinada. Suspiré, sabía que la situación sería muy incomoda. La Sra. Stein abrió la puerta, sonriendo en sorpresa al vernos. Estaba en jeans y un franela azul que resaltaba el color de su piel. Su cabello rubio estaba en una moño alto que revelaba lo bonito que era su cuello. Qué señora tan atractiva.
—¡Vecinas!— ella dio un paso afuera y abrazó a mi madre ligeramente. Hice una mueca ante la expresión incomoda en la cara de mi madre. Cuando la Sra. Stein se separó de ella, se hizo a un lado, —Pasen, estábamos a punto de desayunar, tenemos suficiente comida para ustedes.
Mi madre y yo compartimos una mirada. Mamá se aclaró la garganta.
—No, de hecho, solo vinimos a—
—Oh vamos, Lilia.— la Sra. Stein la tomó de la mano, jalándola dentro de la casa. No me quedó de otra que seguirlas.
Llegamos a la cocina que ya yo conocía, y en la mesa del comedor estaba la familia Stein. Kaia estaba de pie, sirviendo algunos platos con la ayuda de Frey. Evité la mirada de Frey a toda costa porque aún tenía su chaqueta, no había forma de traerla para devolvérsela con mi madre a mi lado, ella no sabía que mis interacciones con los Stein. El Sr. Stein estaba a la cabeza de la mesa en un traje negro de corbata azul muy elegante. Supuse que iba a trabajar, ¿A caso ya tenia un trabajo aquí? Quizás en la ciudad. Heist no estaba por ninguna parte.
—Familia, tenemos visita para desayunar. Por fin, Lilia ha venido a visitarnos.— la Sra. Stein aplaudió por un segundo, —Tomen asiento, Kaia ha preparado un delicioso menú para hoy.
El Sr. Stein nos sonrió abiertamente, señalando la mesa.
—Vamos, tomen asiento.— en la luz del día, podía ver claramente el negro de sus ojos. Tenía un par de ojos negros muy profundos.
Eso me hizo recordar mi clase de biología en la preparatoria, las leyes de Mendel, la genética, siempre pensé que el color negro de ojos era dominante sobre los ojos claros. Entonces, ¿Por qué ninguno de sus hijos tenía ojos negros? Bueno, Frey y Kaia habían sacado su cabello negro, eso era algo. La genética no era exacta todo el tiempo. Mamá y yo nos sentamos. Yo quedé a un lado del Sr. Stein y mamá a mi otro lado. Kaia nos sirvió un plato y nos dijo que podíamos escoger lo que quisiéramos comer de la mesa: Había huevos revueltos, frutas, panquecas, waffles, yogurt, leche y cereal, y un montón de cosas. Esta familia sí que tenía variedad a la hora de comer. Kaia y Frey se sentaron al otro lado de la mesa y la Sra. Stein al otro lado del Sr. Stein, justo frente a mi ya que él estaba a la cabeza de la mesa.
—Bueno, Lilia,— la Sra. Stein comenzó, —Ya que has venido, ¿te gustaría bendecir esta comida?
Eso tomó por sorpresa a mi madre pero ella lo hizo, y los Steins cerraron sus ojos respetuosamente. No sabía porque me parecía tan extraño. Ellos nunca me dieron la vibra de ser religiosos, en especial, después de los numeritos que habían hecho en el cementerio y en otros lugar del pueblo.
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Heist [Darks #1] [En librerías] ✔️
Mystery / ThrillerEl pueblo de Wilson es tranquilo, regido por sus costumbres y creencias religiosas muy estrictas, donde Leigh ha crecido, siguiendo cada regla y pauta como se le ha indicado. Un pueblo donde no se recibe con mucha gracia a los recién llegados así qu...