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I want you back
The Jackson 5

Cuando Will tomó la bicicleta del suelo, pudo oír claramente un trueno a lo lejos. No pasó mucho antes de que empezará a llover con fuerza. La lluvia fría logró recomponerlo, pero no pudo quitarse lo aturdido que estaba hasta que llegó a casa. Antes de entrar, sacudió un poco su cabello empapado, como un perro tras el baño, y entró planteándose cómo ocultar su evidente confusión.

-- Qué tormenta, ¿no? -- comentó Jonathan que también parecía haber llegado recién, pues su cabello estaba goteando y tenía la ropa del trabajo mojada.

Un rayo de luz cruzó la sala desde el ventanal y cinco segundos después oyeron un trueno potente. Will recordó los cómics de Thor instintivamente. Luego, que Dustin aún le debía su X-Men 342.

-- ¿Mamá tiene doble turno? -- preguntó Will mientas se quitaba el chaleco.

-- Continuo. Pero volverá más temprano. Es martes. -- Jonathan se sentó en la mesa del comedor a desarmar la lente de su cámara. Will notó que llevaba en la muñeca una de las ligas para el cabello que Nancy solía usar. Aquel hecho lo hizo sonreír discretamente.

Antes su hermano siempre solía estar muy solo. Will no sabía si él se alejaba porque no le agradaban mucho las personas o porque nadie lo comprendía. Era un misterio. Jonathan era raro. Will también. Era un detalle que nadie ignoraba. Los hermanos Byers eran extraños, o como Jonathan lo ejemplificaría, eran un poco más similares a David Bowie.

-- Y ¿qué tal la escuela? -- soltó Jhonatan luego de un ligero silencio.

-- Aburrida. Algunos maestros faltaron a clase. Pero haremos un proyecto con el Sr. Clark...

Todo funcionaba de manera natural. Will pensaba que preferiría que faltara el entrenador a la maestra de música... Entonces notó la ambigüedad de su charla con Jonathan. Ninguno se aburría, conversaban ambos, intercambiaban diferente información, pero era la misma conversación de siempre. Internamente Will se sentía muy abochornado por el torrente de pensamientos que había tenido antes de llegar a casa y a darle vueltas en silencio.

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Esa noche Will tardó mucho en decidir qué hacer. Se mantuvo acostado mirando el techo de su habitación en penumbras por un buen rato mientras exploraba pisibiblidades. Si decidía intentar dormir, sus sueños probablemente despertarían a su madre y a Jonathan. No quería hacerles eso. Ya habían tenido que hacer muchas cosas por su culpa. Y, aunque no estaba seguro si llegaría a soñar con algo, Will prefirió no arriesgarse.

Encendió la luz de la lámpara que descansaba en la mesa de noche y tomó un libro de su repisa. Noches atrás había terminado con los cómics que no había leído hasta entonces. Con los ojos entrecerrados por la luz, leyó el título "El hombre invisible" por H. G. Wells. Will se detuvo a pensar de qué nombres provendrían las iniciales del autor por un segundo, mientras sus ojos se acostumbraban nuevamente a la claridad. Luego, sólo fue cosa de sambullirse en el capítulo donde había dejado el separador la noche anterior.

La intriga que dejaba la historia por cómo estaba narrada lo mantuvo leyendo casi por la mitad de la noche.

Cuando ya eran casi las cuatro de la mañana, estaba tan cansado que sólo leía la misma oración una y otra vez y ni aún así parecía cobrar ningún sentido. Renunció al libro por unos minutos, se recostó para intentar repasar los detalles del capítulo, pero no contó con que se quedaría dormido en un instante.

¿Debería quedarme o debería irme? [Byler] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora