♡ // Capítulo cinco.

5.3K 342 113
                                    

Rius, de alguna forma se armo de valor y decidió ir hacia el triste hogar de Timba, aunque era infortuno el hecho de que se haya puesto a llover

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Rius, de alguna forma se armo de valor y decidió ir hacia el
triste hogar de Timba, aunque era infortuno el hecho de que se haya puesto a llover. Una lluvia fría sin una dirección exacta el cual caían la gotas, hacía demasiado frío en las oscuras calles.

Al llegar, se podía admirar un Rius empapado por aquella lluvia recia, se sentía un poco mal por ello. Llevaba un gran tiempo bajo la lluvia, pero por suerte logró tocar la puerta antes de caer de rodillas frente a la puerta.

-Abre por favor...!- Sus piernas habían de caído por alguna extraña razón, este chico no era de enfermarse por cualquier cosa, pero aquel día era diferente, no sabía como fue que su cuerpo tan rápido se haya debilitado. Por suerte, sus voz fue escuchada y al cabo de un rato, el peli azul le abrió.

-Demonios...Qué te pasó?!- Exclamó algo confundido.

-L-Lo siento, me siento algo mal...- Algo tarde para darse cuenta que tan pronto pesco un resfriado, Timba posó su mano sobre la frente del albino y estaba en lo correcto, su temperatura era caliente apesar de estar bajo la lluvia.

-No puedo creer que haga esto...- Se habló así mismo para llevar a cabo su malicioso plan, suspiró y tan pronto terminó, cargo al joven albino.

-¡E-Espera, bájame!- Se sentía algo incómodo pero admitía lo bien que era sentir aquellos brazos del chico. Su rostro se torno rojo, pero era bien disimulado gracias a la fiebre que tenía.

-¡No lo haré hasta llevarte a mi cuarto!- No pensó lo que dijo, se avergonzó un poco por ello. Sin embargo el sabía que no haría nada más que poder ayudar a comprobar la temperatura del albino. Al llegar a dicha habitación, recostó al joven en su cama para luego buscar un dichoso termómetro que no aparecía.

-Demonios...- Maldijo, pero tan pronto lo dijo recordó donde se hallaba -¡Ya vuelvo, esperame, si!?- Salió lo más rápido posible, no quería dejarlo solo por mucho tiempo. Llegó a su cocina y empezó con la famosa búsqueda del "TERMÓMETRO MALDITO", era solo un chiste idiota por su parte, nunca lograba encontrarlo. Al cabo de algunos minutos, lo logró encontrar entre los tantos cajones que había, festejó y se dirijo corriendo a su cuarto nuevamente.

-¡Mira, lo hallé!- Gritó, pero no vio al pollo en la cama, sino...¡EN EL SUELO! - ¡¿QUÉ HACES AHÍ!?

- Ah...Timba, yo me siento caliente...- Era de mal pensar, sin embargo no era buen momento para ello, necesitaba ayuda rápidamente.

- No te preocupes, vamos hacia Doctor rápidamente!- Lo abrigo un poco para poder salir a las calles, por su suerte la lluvia había parado. Lo cargó y salieron de aquella casa, apenas pudieron se dirigieron apresurados hacía un hospital cercano.

Donde lograron que los atendieran lo más rápido posible, dejando algo preocupado a Timba. Pero, estaba feliz de que logró llevarlo en un lugar donde pronto mejorará y volverá a sonreír de felicidad, al menos eso esperaba...

Tristemente es algo corto, pero espero
que les guste las mejoras que trato de
hacer. Hoy he fallado mucho en la
ortografía y me entristece, bueno,
disfruten que pronto reescribiré más.

11/06/23

Riumba. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora