Capítulo 4: Dulces gemidos

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Dylan

El ruido de una silla capta  mi atención

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El ruido de una silla capta  mi atención. La chica de dirección se había levantado siguendo al profesor Dawson. Cosa que me resulto extraño. Sin saber muy bien porqué me encontré siguiéndola.

Ocultándome detrás de una taquilla la vi entrar en el aula de biologia. Cuándo cerro la puerta me acerque lentamente a ella y pude escuchar dos voces.

"¿De qué estarán hablando a estas horas?"

Se hizo un silencio y  pegué mi cara a la puerta. Al cabo de unos segundos la clase se lleno de suaves gemidos provenientes de aquella chica.

"oh mierda!" Pensé " Se esta tirando a una alumna? Sera mejor que me vaya"

La volví a escuchar y hizo que se me erizara la piel. Y un calor extraño subió por mi cuerpo.

-Joder-susurré y caminé rápidamente hacia el baño. Cuando llegue me metí en él, cerré y me senté en el retrete. Moví mi pierna nerviosamente intentando bajar lo que estaba despierto entre mis piernas.

"Dios espero que nadie me escuche"

Me deshice de mi pantalón con las manos nerviosas. Saqué mi pene erecto y moví mis manos de arriba a bajo lentamente.

-Oh-gemí cerrando los ojos.

Mis manos empezaron a coger velocidad a la vez que más gemidos inundaban el pequeño baño. Sin exagerar, estaba viendo las putas estrellas. A la vez que iba aumentando más y más el ritmo de mis manos podía estar cada vez más caliente y con más ganas. Derrepente se pasó de nuevo por mi mente un gemido de aquella mucha y con ello, sin aguantar más , me corrí manchando la tapa del retrete.

Torpemente limpié la tapa del baño y me subí los pantalones, me limpie las manos y me dispuse a irme a casa.

El camino a casa se me hizo corto, ya que no podía dejar de pensar en como aquella chica hizo que mi cuerpo reaccionara así con tan solo un par de gemidos. Nunca había sentido tanto placer, sentía que estaba en el puto cielo y que con cada movimiento que hacia con mi mano estaba mas cerca de estrellarme con alguna estrella, nunca antes me había sentido así con una simple paja.

Al entrar en casa me estampe contra la realidad, volvía a estar una enorme casa vacía, solo, sin unos "Buenos días,¿ cómo ha ido?" sin nadie que se preocupase por mi.

Desde que mi padre falleció mi madre ha tenido que cuidar de mi,sola, se dejó la piel por sacarnos adelante, por ello esta la mayor parte del día trabajando. Tan solo la veo un par de horas el fin de semana que ella entra a trabajar mas tarde. Ya que todos los dias llega por la noche cansada con las unicas ganas de cenar e irse a dormir. Nuestras conversaciones son breves y algo absurdas, ya que no puedo sentarme un rato con ella para contarle todos los problemas que tengo. A veces incluso se me olvida que no vivo solo, que aun tengo una madre.

Desde que mi padre falleció muchas cosas han cambiado, yo nunca he vuelto a ser ese chico inocente y alegre que no teme a la vida porque no sabe lo dura que puede llegar a ser realmente, el dia que mi padre falleció ,se llevó todos mis sueños o ganas de luchar.
El dia que mi padre falleció murió una gran parte de mi.

Dímelo sin palabras Donde viven las historias. Descúbrelo ahora