Capitulo 2 El

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El era un alma libre y solitaria, nada lo detenía a pesar que su vida era un tanto dura, trabajaba para ganarse la vida de una manera tan honrada y sacrificada, pero cuando la veía ella hacía que su mundo se volviera de colores, se teñía de colores que jamás pensó que en su vida podía existir, en sus inicios era todo un galán, lleno de mujeres, no podía estar solo puesto que tenía ese encanto con las mujeres, era de la clase de hombre que siempre tenía alguien en su mente, siempre y cuando ella no estuviera cerca de el

Pero su corazón estaba con ella, sus miradas gritaban que la quería, que la amaba y que no quería soltarla jamás, el sentía que nunca la iba a poder olvidar, puesto que se volvió ese amor de niños, adolescente y de adulto, y sabia que su corazón no podría querer a nadie más que a ella, cuando estaban juntos eran almas libres, eran libres para amarse, pero la realidad los mataba, podían estar con quienes quisieran pero eso no impedían que se amaran con tanta locura que hacía que los dos perdieran la cordura.

Ambos se enseñaron que a pesar de la distancia y de los años el amor que se sentían era muy grande y duradero, el solo quería que ella fuera feliz, el sin ella era una llama apagada y solo por un minuto quería levantar su espíritu y llegar hasta donde ella para nunca soltarla, cada anochecer sus pensamientos le pertenecían a ella, pero sabía que si la dejaba ir de alguna manera jamás la volvería a ver, pero tampoco le podía pedir que se quedara con él, porque como era costumbre el destino siempre les deparaba algo más. 

Dulce y amargo amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora