- Atrapado in fraganti -

154 15 1
                                    

La situación era más graciosa que la realidad, Pichit sujeto por Otabek-san con dificultad por intentar patear y golpear hasta el cansancio a Viktor.

El sólo trataba de calmarlo hablándole de los acontecimientos que sucedieron y incluso yo también trataba de explicarle, Pichit estaba hecho furia rojo de coraje y se negaba a escucharme.

Nunca pensé que esto acabaría así, bueno pensé que sería mejor... Pero la vida tiene tantos distintos modos.

¡Tú! ¡Hijo de tu gran p**a madre! ¡Confíe en ti! ¡Él! — Me señaló — Confío en ti como un estúpido y es así como le pagas, don "Todas mías" ¡Eh! —  Grito en ira.

Pichit entiendo y tienes razón pero actuando así no resolverá las cosas- — Viktor hablaba paciente, Pichit sólo reía como maníaco.

En toda la vida nunca había visto a Pichit eufórico, el siempre era lo contrario y ahora casi parecía morder a alguien cuando el era la imagen de el optimismo.

Casi sentía como la situación se agravará, sólo faltaba que alguien diera el primer disparo y sin duda terminarían mal. Debía hacer algo, lo que sea.

Pichit, déjame que te expli-

Así es como quieres arreglar cosas, ¡bien! ¡¡Lo has hecho mintiendole a todo el mundo!! ¡¿Eso está bien para ti?!— Fui olímpicamente ignorado y las palabras se atoraron en mi boca.

Viktor estaba serio y tranquilo con la mirada pérdida, mis manos temblaban y sentía el peso de la situación asfixiando mi respiración, empezaba a sentirme culpable sabía que esto pasaría en un terrible caos.

Pero ¿Porqué lo permití? 

Luego mire el rostro de Viktor como forzaba la quijada y apretaba los puños por impotencia.

Todo empezaba a caer sobre mi en una gran avalancha, me sentía perdido con un gran nudo en la garganta. Pichit seguía histérico y en un arrebato golpeó a Otabek haciéndolo flaquear y soltarlo, el corrió frente a Viktor.

Estaba seguro que lo golpearia pero algo dentro de mi no sentía que era justo, no lo era, todo iba en cámara lenta y tenía que tomar una decisión, pero para que engañarme simplemente lo hice casi por instinto.

Corrí enfrente de Viktor y su puño llegó directo a mi mejilla derecha, mis lentes habían caído estrepitosamente al suelo quebrandose, Pichit había caído en cuenta de lo que habia hecho abriendo sus ojos como platos.

Viktor estaba sorprendido y con una respiración irregular parecía que en un momento el había dejado de respirar, mis ojos se llenaron de lágrimas y mi mejilla empezaba a doler pero no era tanto en cambio a lo que habia causado.

Un sollozo salió de mi boca y mi heroica fuerza se había acabado, ahora empezaba a derrumbarme, la cara de Pichit era indescriptible.

Era enojo, frustración, tristeza? Decepción...

El no tiene la culpa de esto, ni se merece esto, Es mi culpa... Pichit — Sorbi mi nariz — Perdóname por lo que e hecho, debi decirte algo en un principio y tal vez todo hubiese... Sido diferente, Lo siento... Tanto  — Sentí la mano de Viktor en mi hombro, me miraba con ojos brillosos y una sonrisa de lado.

Una sonrisa falsa tanto como todo el cuento que habíamos creado.

[ ¿Porqué duele ahora? mientras sonríes así ]


No, yo soy el culpable de todo esto... Yo fui quien metió a Yuuri aquí por una... Tontería, en primer lugar nunca debí conocerlo... — Mire a Viktor y el aparto la mirada, mis lágrimas seguían cayendo pero a un ritmo alarmante.

  - » Mafia Noir « -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora