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Corrí lo más lejos que pude hasta llegar a un pequeño callejón y resguardarme un poco, de mi saco una arma ya cargada sin miedo apunte y dispare, al igual mi equipo habíamos sido emboscados por la creciente competencia de JJ

Los disparos volaban en todos lados tratando de darme en la cabeza pero no dejaría que acabe con un disparo en la cabeza por unos idiotas, acabaría con él estúpido canadiense junto con toda su familia.

¿Porque tanto odio? seria que en el negocio de la mafia no nos andamos con juegos era un trabajo peligroso como lucrativo, cómo heredero de la grandiosa Mafia "Nikiforov"  tuve que volar desde Rusia hasta aquí Japón Hasetsu, cabe recalcar de que las mafias entre si son muy territoriales y al parecer está era mi bienvenida.

El antiguo dueño o líder Yakov había venido a Japón hace unos días pero lamentablemente no llegué a tiempo y haría pagar a los culpables sin duda, pero este no era el momento para cumplir mi venganza, no por ahora.

A mi lado mi fiel guardián y amigo, trataba de asegurar la zona.

—Viktor son demasiados están a punto de rodearnos, si seguimos aquí acabaremos muertos...— Trataba de hablarme entre el gran ruido.

Tenía razón esta vez, JJ me agarro desprevenido y claro ahora en mayoría ganaba, pero no me rendiría tan fácilmente.

—Tengo un plan Otabek, llama a todos y estén listos— Asintió para hablar con un intercomunicador en su oreja.

Los demás chicos asistieron, recargaron sus armas y esperaron indicaciones. Se veía a lo lejos un gran número de guardias rodeando al objetivo, él cual con una burlesca sonrisa se dirigía en frente de nosotros.

Sus hombres apuntaban a mi dirección e igual los míos, el gran ruido había desaparecido por un tenso silencio del cual podrías cortar con un cuchillo, en cualquier movimiento y sin duda acabaría muerto alguien.

—Vaya vaya, Viktor Nikiforov... Creo que estás a mi merced al fin — Río para si mismo — Bueno creo que esto es el final de tú era, ahora rindeté y al menos enteraremos tu cadáver cómo es debido — Miraba con una sonrisa desquiciante mientras apunta a mi cabeza.

Otabek me miraba nervioso esperando indicaciones, con un ademán de mi mano tras mi espalda apuntaba a una tienda cerca que estaba al otro lado del grupo de Jeroy, era un plan suicida pero no moriría sin pelear aún.

—Bien JJ al fin aprendiste algo de lo que tu padre ¿No verdad?— Sonreí viendo su cara de enfado, apretaba más el agarre de su arma.

—!!!Maldito bastardo!!! Aún tienes agallas para hablar cuando estas a punto de morir! — Gruño aún apuntando — Pero ahora cerraré tú maldita boca ¡de una vez por todas!— Estaba a punto de presionar el gatillo.

Hice la señal, Otabek certero acotó, apuntó a la tienda rozando a un lado de la cabeza de JJ, rompiendo una de las vitrinas causando que encendiera la alarma de está.

El sonido irritante desconcertó a todo su grupo era el momento perfecto.

—¡AHORA!—
Mi equipo rápido corrió por los demás, disparando.

Me escondía de la mira de algunos francotiradores y del mismo JJ, él que allá hecho eso tenía consecuencias, una de ellas era que hubiera muerto si no hubiera dado en el blanco, la segunda las alarmas están programadas para inmediatamente llamar a las autoridades, era lo que pasaría.

—¡¡Maldito viejo!! — Disparaba sin discreción a mi dirección.

Sin dudas ahora estaba en problemas,  en menos de dos minutos escuchaba las sirenas junto con algunos autos.