Capítulo 1: Esclava de por vida

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(NARRA AUTORA)

-Desde hacía ya varios años, el reino de Denbora yacía al borde de su destrucción por las constantes invasiones de piratas que saqueaban y asesinaban sin piedad a los habitantes de ese territorio. Antiguamente, aquel lugar había sido cuna de riquezas y de gobernantes sabios y amables; todo aquello había desaparecido con los siglos, quedando solo vestigios de su antigua gloria. El actual monarca se había involucrado en negocios del bajo mundo para intentar mantener desesperadamente el trono. Cuando las amenazas por no pagar se volvieron hechos, tuvo que tomar una decisión. Su opción más desesperada. Utilizar a su única hija como moneda de cambio para aliarse con alguien que pudiera proteger su isla con solo estar bajo su nombre...-

Rey Obadh: ___ (t/n), ven.

-Como si fuera una robot, la oji-___ (c/o) se presentó ante su padre, arrodillándose ante él y bajando su mirada completamente vacía. Sus ropajes no eran más que un vestido raído y andrajoso que le llegaba hasta las rodillas. Al lado del monarca había una mujer de 50 años que observaba con desdén a quien había parido hacía dos décadas.-

Reina Nedoras: ¡Tan raquítica y horrible como siempre! No puedo creer que tuve que parir a una cosa como tú.

-Desde que tenía memoria, ___ (t/n) había sido tratada como una esclava por parte de sus progenitores. Le habían adiestrado para obedecer a todas sus órdenes sin titubear, matando poco a poco su humanidad y cualquier tipo de sentimiento en ella... O casi todos. Durante su niñez, una de las sirvientas le enseñó a expresarse a través de los dibujos, por lo que la princesa utilizaba todo su tiempo libre entre hojas y lápices. Cuando sus padres descubrieron aquello, le golpearon hasta el agotamiento y asesinaron frente a sus ojos ___ (c/o) a la mujer que le había dado lo más cercano que tenía a la libertad.-

Rey Obadh: No tenemos mucho que esperar de esta porquería, Nedoras. Si hubiera sido hombre, estaríamos nadando en oro... ¡El reino de Loratzen habría sido nuestra salvación! Pero... Fuiste mujer, así que perdimos esa oportunidad. Como sea, por fin encontramos algo bueno de ti. Resulta que nos enteramos que la Yonkou Big Mom tiene varios hijos y otorga protección a los reinos... Siempre y cuando se forje una alianza.

- ___ (T/n) no necesitaba oír a aquel hombre para entender qué quería hacer. Era obvio; iba a utilizarla como moneda de cambio, una boda arreglada y seguir con su vida de esclavitud con un hombre... Un hijo de LA pirata más temida.-

Rey Obadh: Así que te casarás con uno de sus hijos. Ya hablamos con ella... Fue difícil convencerla, después de todo, no tenemos nada más que una esclava para ofrecer. Pero tu habilidad... ¡Lo único que te da algo de valor monetario! Eso es lo que la convenció... Además de las porquerías esas que preparas en la cocina.

-Al haber sido mujer, sus progenitores la criaron para volverse una esposa perfecta. Según ellos, la belleza no le acompañaba, se le daba de comer poco para mantener una figura ideal y le obligaron a hacer todo lo que debería hacer un sirviente... O esclavo: Limpiar, cocinar... Y OBEDECER. El corazón de la chica ___ (c/c) se encontraba vacío, al igual que sus ojos. Ya no sentía dolor... O por lo menos eso demostraba. ¿Desde hacía cuánto que no derramaba alguna lágrima? Al parecer una eternidad... Tal vez desde que tenía unos 8 años, cuando la sirvienta fue asesinada. Después de aquel "incidente", los castigos fueron mucho más severos.-

Reina Nedoras: No dejaremos que arruines esta oportunidad de volver a ser un reino de prestigio. Mañana en la noche zarpará el barco que nos llevará hasta Whole Cake Island. Para que todo sea perfecto, permanecerás encerrada en tu cuarto hasta la hora de partir. Ahora sal de nuestra vista.

- ___ (t/n) se puso de pie al oír la orden de la mujer y caminó hasta su habitación. Al entrar, se encontró con aquel raído colchón que utilizaba como cama y el viejo armario en donde se guardaban las pocas ropas que poseía. Las grises y agrietadas murallas se hallaban levemente iluminadas por la luz que se filtraba a través de los barrotes de la ventana; sus sábanas sucias estaban dobladas sobre el lecho. A los pocos segundos, apareció uno de los sirvientes y cerró la puerta con llave, dejando sola a la chica. Era costumbre que fuese encerrada durante las noches, para evitar cualquier intento de escape. La oji-____ (c/o) se acercó hasta el ropero y se arrodilló ante este, sacando un cuaderno que escondía por debajo del mueble. Aquella agenda era su única forma de sentir que escapaba de su destino. Con mucho cuidado ojeó las páginas, observando pequeños dibujos de flores, familias, construcciones... Todo bastante realista, gracias a la gran práctica que tenía. Pero todos aquellos trazos tenían algo en común: Estaban las barras del tragaluz. Con ellas se recordaba constantemente que sería prisionera para siempre.-

Esclava del tiempo (Katakuri x Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora