Esclava del tiempo (Katakuri x Reader)

Capítulo 20: Heridas de guerra.

ATENCIÓN: CAPÍTULO RIKOLINO 7w7

NARRA AUTORA

-Poco a poco, los días fueron pasando y las heridas de los esposos comenzaron a cerrar. Aunque ___ no se sentía del todo bien, pues la quemadura de su rostro había dejado una marca permanente en éste, haciendo que se sintiera más fea de lo que creía ser. No era de extrañar aquel comportamiento, los años de insultos y abusos de sus padres habían provocado un fuerte rechazo en su físico... No podía entender cómo un hombre tan perfecto como lo es su esposo pudo enamorarse de alguien como ella... tan herida, pequeña, plana y llena de marcas que jamás desaparecerían. Los Charlotte se encargaban de pasar el día acompañándola, aunque había momentos en que la dejaban sola, para que pudiera seguir con el duelo por Godhet. Sería un proceso largo para ella, pero ya no volvería a estar sin apoyo. –

___: No, no debe poner tanto azúcar, Pudding-sama. Si lo hace, la mezcla puede resultar en un chocolate extremadamente dulce... Y no es muy bueno algo demasiado empalagoso...

Pudding: ¡Demonios! ¡Lo arruiné!

___: No, solo hay que poner un poco más de leche y cacao para nivelarlo.

Flampe: ¿Y qué hay de mi tartaleta, ___?

___: Mmm... Creo que le sobra un poco de miel. Pero el exceso puede quitarse con un cuchillo.

-Desde que Big Mom le dio la bienvenida a ___ como parte de su familia, Flampe y Pudding se dedicaron a mejorar su relación con la oji-___ (c/o). Al principio les costaba no ser sarcásticas o ser amables con ella, pero poco a poco comenzaron a entablar una mejor relación, la mayor de las hermanas quería mejorar en su receta de chocolate, mientras que la menor estaba decidida a crear tartas para todos sus hermanos. –

Streusen: ___-sama, la mezcla está lista.

___: ¡Voy enseguida! Perdonen, Pudding-sama y Flampe-sama, debo seguir con la preparación del pastel...

Flampe: ¡No te preocupes, ve! En el peor de los casos, Pudding quemará la cocina.

Pudding: Sí, y si no, Flampe inundará todo.

-____ rio ante las bromas de las hermanas, cogió su bastón y se dirigió hacia el otro extremo de la cocina. Le habían quitado el yeso, pero aún faltaba tiempo para que se repusiera completamente de las heridas. Finalmente llegó frente a los hornos, saludando alegremente a los cocineros que corrían con los ingredientes en sus manos. Si todo seguía así de bien, podrían hacer una nueva fiesta del té para poder festejar como se debía su boda. –

NARRA ___

___: ¡Bien, la temperatura es perfecta!

Streusen: Siendo sincero, jamás pensé que haríamos una continuación de su boda, ___-sama.

___: Siendo sincera... Yo tampoco. Pensé que moriría... Realmente tenía miedo.

Streusen: No puedo imaginarme en su lugar... ___-sama... ¿No debería quitarse esa venda?

___: Prefiero que nadie vea esto... Me molesta...

-Sonrío amargamente, no quiero que nadie vuelva a ver mi quemadura... Desde hace mucho que Katakuri y yo no hemos intimado... No quiero que vea todas esas heridas de mi cuerpo... Los moretones, cortadas, quemaduras, cicatrices, etc. Muchas veces me ha hecho notar que le molesta esta venda que traigo sobre mi rostro, no entiendo por qué insiste en decir que soy hermosa... Todos sabemos que no lo soy. Pasan las horas y finalmente me retiro a nuestra habitación, se ha hecho de noche; toco la puerta tres veces para avisarle que voy a entrar e ingreso. Allí está el, sonriéndome con ternura y dejando de lado su bufanda. –