Capítulo 3: El cuaderno desaparecido

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NARRA BRULEE

-Estuve toda la noche despierta, vigilando junto a Perospero-nii a ___ mientras dormía. Realmente me molesta este tipo de acuerdos matrimoniales, tantos lame-suelas y princesas creídas  que terminaban cayendo muertas a manos de mamá. Sea por sus caprichos, sea por intentos de escape, sea por cualquier cosa. Nunca duran más de una semana. Aunque... Por lo que me ha hablado mi hermano sobre esta chica, espero que logre acostumbrarse pronto a Whole Cake. No parece ser una mala persona... ¡Y eso que no me guío por las apariencias!-

Brulee: ¡Perospero-nii! ¡D...despierta!

-Zarandeé a mi hermano mayor, provocando que se despertara de golpe. El rey había entrado en la habitación de ___ y le estaba tirando del cabello, obligándole a ponerse de pie rápidamente. Se notaba que le dolía bastante, podía ver que sus piernas le temblaban por el miedo; no podía creer lo que veía, sentí un crujido a mi lado y tuve que aguantar las ganas de huir. Perospero se veía realmente enojado... ¡Hasta había roto su bastón de caramelo! Tomé un Den-den Mushi de vigilancia y grabé todo lo que sucedía a través del espejo. Por más que quisiéramos intervenir, no podíamos. Necesitábamos guardar todo tipo de pruebas para que los reyes de Denbora pagaran caro por sus acciones.-

NARRA ____

-Era la primera noche en años en la que dormía en un lugar cómodo y agradable, mi cuerpo maltratado realmente disfrutaba el contacto con las finas telas de ésta. Por un momento olvidé que era una esclava... Pero pronto lo recordé, cuando sentí que alguien tiraba de mi cabello con fuerza, obligándome a ponerme de pie. La habitación se iluminaba lentamente por el cielo que anunciaba la el amanecer; el rey zarandeaba con fuerza el pelo a la vez que me hablaba en un tono bastante amenazador.-

Rey Obath: ¡¿Quién te dio permiso para dormir en esa cama?! ¡Tú no sigues más órdenes que las mías y las de tu madre! ¡¿Me oíste?! ¡Ahora ponte la ropa que NOSOTROS te dimos y vete a prepararle el desayuno a TODOS! Si lo arruinas... Te mato.

-Me dolía bastante la cabeza, pero me preocupa más mi propia vida. El rey jamás bromearía con algo así... Obedecí la orden de Perospero... Y ahora estoy pagando por mi error. Tengo mucho miedo de volver a sentir los latigazos o los fierros candentes, tanto así que mis piernas tiemblan. Con un último tirón de cabello como advertencia, me soltó y se fue. Aunque quería dejarme caer y llorar, no podía... Tenía que obedecer sus órdenes pronto. No podría volver a usar ninguno de esos vestidos ni ropajes que habían en el armario; tomé la ropa que mis "padres" me habían "regalado" y fui al baño a cambiarme. Una vez lista, salí de mi habitación y caminé hacia la cocina, que se encontraba completamente vacía. El desayuno se serviría a las 8:00 AM, y recién eran las 5:14 AM.-

___: (Casi tres horas...)

-Rápidamente me puse a cocinar todo tipo de postres que sirvieran para que el desayuno agradara a Perospero-sama... Si hacía algo mal... Que dios me ampare. Pasaron las horas, no entró nadie a la cocina durante ese tiempo, estoy segura que el rey les dijo a todos que yo estaba haciendo el desayuno como agradecimiento por la hospitalidad. Me sentía cansada pero terminé justo a tiempo, deposité los platos en carros preparados para soportar el peso de la comida y salí de la cocina, llevando todo hasta la cubierta, donde una gran mesa se extendía frente a mí.-

___: Lamento la tardanza. El desayuno está listo.

-Sentí la mirada asesina de mi madre al terminar de pronunciar esas palabras. Tragué saliva y mi cuerpo comenzó a sudar por el miedo, tomé los platos y los fui depositando frente a los Homies, reyes y finalmente ante Perospero. No tenía permitido comer en presencia de mis padres, por lo que me mantuve de pie al terminar de repartir la comida.-

Esclava del tiempo (Katakuri x Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora