Capítulo 4

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Luego de aquella noche no he vuelto a ver a aquel chico ni he sabido el porque de sus palabras.

Escuche en las noticias que encontraron a una chica muerta en un callejón sin salida cerca de mi casa la causa de la muerte sin duda alguna fue "Suicidio" pero el detective Roberts no estaba completamente convencido de ello por lo cual el caso se mantendrá abierto por los momentos así que cualquier persona que sepa algo relacionado a este acontecimiento es bienvenido a declarar en la policía.

Se dice que con este ya sería veinticinco el número de suicidios cometidos en la ciudad todas las víctimas al parecer son chicas entre 15 a 22 años de edad.

Sentí la ansiedad creciendo en mi cuando en las noticias pasaron una foto de la chica rubia de ayer la cual se había quitado la vida delante de mis ojos. Comencé a temblar y cada vez mi respiración era mas forzada, recordaba la escena tan espeluznante de ayer. ¿será que debo ir a declarar? Pero yo vi cuando se suicido, ella misma lo hizo! ¿pero y ese chico?

Varios pensamientos cruzan mi mente al mismo tiempo haciendo que mi cabeza duela. Pienso seriamente en la situación pero un sonido me interrumpe, es mi móvil y en la pantalla brilla el nombre de mi amiga. Me olvide  de escribirle anoche cuando llegué, debe de estar preocupadísima.

-Si, diga?.- Contesto con cautela porque se que me viene un regaño enorme encima.

-Annie Carolina Bronw Ramirez!- Affs no me gusta que me llamen por mi nombre completo... -Se puede saber porque no me escribiste anoche cuando llegaste a casa? Estaba muy preocupada y no haz visto mis mensajes! Te escribí como loca toda la noche! -Y así es mi Charlotte, ella al igual que Max conocen mi pasado, mi verdadero pasado no ese el que se dice en el instituto si no el que de  verdad  pasó. Por eso es que es casi tan protectora como mamá, no quiere que vuelva a suceder lo mismo.

Con todo lo sucedido anoche me olvidé completamente de avisarle de que había llegado bien a casa, y como no olvidarlo después de esa escena tan terrorífica.

-Lo siento Charlotte, me olvidé completamente de eso luego de que... (No puedo contarle, se asustará mucho si le digo algo al respecto).

-Si? Que sucedió Annie? Pasó algo? -Sonaba preocupada, definitivamente no puedo contarle.

-Perdón, luego de que llegará muy cansada, no me di cuenta y me dormí. -Mentí

-Entiendo. -Sonaba seria, definitivamente no me creyó. -Bueno si necesitas algo llamame Annie sabes que siempre cuentas conmigo para lo que sea. -Sentía tristeza en sus palabras, eso me rompía el corazón

-Si esta bien! Cuidate mucho te quiero. -Me las arreglé para sonar feliz.

-Yo tambien te quiero Annie, adiós.

Colgué la llamada y vi que tenía alrededor de 32 mensajes de texto, 18 de Charlotte (de seguro insultandome y preguntandome donde me había  metido); 13 de Max por la misma razón y 1 de un número desconocido. Me centré en ese y el mensaje era corto: Tú serás la siguiente.

Un escalosfrio me recorrió por todo el cuerpo, intenté llamar a ese número pero la operadora decía que ese número no existía. Que sucede? Si me mandaron un mensaje de este número! Debe de existir!
Estaba un poco alterada y decídi calmarme un poco; ¿Quién rayos era ese chico?

El fin de semana ayudé a mi madre a  decorar el negocio, decidimos que abriríamos una tienda de ropa para damas y yo estaba feliz por ella, el nombre del local era: La Luna Boutique; a mi me pareció muy lindo nombre y se quedó.

Luego de terminar con toda la decoración del lugar y de acomodar unas estanterías, el lugar había quedado perfecto! Y abriríamos el próximo lunes luego de que llegara toda la mercancía que necesitabamos para el lugar, con eso dimos  por finalizado el trabajo y nos dirigimos a casa.

Ya era domingo y el fin semana se había ido volando, mañana tendría que volver nuevamente a instituto. Me tumbé en la cama ya cambiada con mi pijama azul y me dispuse a dormir, cuando estaba a punto de caer en el sueño profundo sentí la sensación como si alguién me estuviese observando no le tomé mucha importancia y caí en un profundo sueño.

*Sueño*

Me encontraba en el callejón,  el mismo donde se suicidó la chica de la otra noche, sentía miedo y pude ver a una figura masculina  dirigirse hacia mí. No podía moverme y tampoco podía gritar, mas bien no tenía voz, sudaba sin cesar mientras se acercaba a mi cada vez más con esa  sonrisa macabra que me helaba la sangre. Llegó hasta donde yo estaba y dijo:

-Hola Rosa, estás aquí! Llevo un tiempo esperandote, tu eres la siguiente.

Me sonrió de nuevamente, mostrandome todos sus dientes filosos. Él no era normal. Cuando me doy cuenta de la situación noto que mi cuerpo se mueve solo y también que estoy  vestida igual que esa chica, la chica del callejón.

Mis manos se mueven lentamente y saco una navaja de afeitar del bolsillo del  sueter verde que luzco, ya sé lo que va a pasar. Lentamente la navaja sube a mi cuello y lo unico que puedo ver son esos ojos negros  y vacíos mirandome de forma penetrante y al mismo tiempo sádica, cierro mis ojos esperando el final de mi vida y cuando está a punto  de  llegar escucho una enorme risa retumbar en mis oídos y...

Beep~ Beep~

Ángel Del Suicidio. £♠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora