Capítulo 20

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Debo confesar que poco duró lo dicho, pues con tal sólo tres días después JiMin logró terminar en mi cama -primera vez que entró a mi apartamento-. Lo halagó hasta el punto de terminar acostados en mi cama dormidos hasta el otro día. Como ahora que estoy en su cama, claramente después de haberlo obligado a cambiar de tendidos.

—Debemos levantarnos— me dice mi ahora NOVIO tirando de mi brazo provocando que caiga de la cama al suelo.

La verdad es que ya es casi medio día y no es que tenga pereza para levantarme sino que tengo una erección para romper cocos, no quiero que JiMin la vea, es un pecado que esté sólo en toalla.

Paso por su lado corriendo y me encierro en el baño suspirando de alivio; una ducha fría calmara todo.
No tengo ninguna insinuación por parte de JiMin, pero sólo respirar su aroma me pone caliente.
Me doy una rápida ducha de agua fría teniendo excelentes resultados, me cepillo los dientes y peino mi cabello hacia atrás.

Salgo como un hombre nuevo hasta la   cocina para evitar a JiMin que debe estar en la habitación.

—JungKook— una malévola y dulce voz me llama detrás mío.

—¿Qué sucede?— sostengo el borde de la toalla con fuerza.

—JungKook— su voz me hipnotiza, eso es lo que pasa.

Me doy vuelta despacio, apreto más el agarre cuando abro mis ojos, encuentro a JiMin con la bata levantada hasta su sensual estómago; dejando a al vista cuan excitado está.

—Mala decisión— le advierto a medida que me acerco a su trasero —He decidido que es hora de dar un castigo.

—Yo por el contrario he dedicido lubricarme mientras te bañabas— su voz me parece tan erótica cuando se vuelve más aguda y baja el volumen.

Dejándome llevar por los impulsos llenos de placer y descontrol, me inclino hacia abajo con posesividad tomando sus labios. No ha pasado mucho tiempo, pero cada segundo separados parece una eternidad.

—Quiero ser tuyo JungKook— palabras suficientes para sentir un sin fin de emociones; ni una mujer hubiese logrado hacerme sentir así de...

Me siento en el sillón para colocar a JiMin sobre mis piernas, la toalla queda olvidada cuando la abro dejando ante la anhelante vista de JiMin mi miembro erecto, sólo por él.

Más rápido que otras veces, se sienta sobre el, su rostro tan ido por el placer me da vida y mucho más. Necesito tocarlo para sentirlo mío, olvidar que ha sido tocado por varios hombres. Poniendo mis manos en su cadera lo ayudo a levantarse y caer provocando que nuestros mundos den vuelta.

Esto es gloria para los dos, a pesar de todo los estúpidos sentimientos estamos los dos; listos para demostrar muchas cosas al otro, JiMin tiene que saber que desde ahora no lo dejaré, sería capaz de hacer algo muy malo si me entero que JiMin me engaña.

Esto no es normal; estamos hechos el uno para el otro, pero parece que a veces no es suficiente. Sin embargo justo ahora, nuestros cuerpos unidos compartiendo una sensación que parece hacernos recapacitar. Ninguno debió irse a los brazos de otra persona, porqué hacerlo cuando estamos bien juntos.

JiMin se levanta de nuevo para dejarse caer; tan ansioso que no me contengo de levantar las caderas y llegar más profundo.

—¡Ah!

Siempre tan receptivo a las caricias; el ritmo aumenta y no hay más que pensar, él es mío así no esté de acuerdo y quiera pertenecer a muchos hombres, aunque la pregunta es: porqué estar con muchos chicos si puede haber uno que te haga olvidar hasta de tu nombre.

Cierro mis ojos olvidando todo y más bien sintiendo cada parte del cuerpo de JiMin. Con la respiración agitada me aferro más a su piel, los sonidos eróticos llegando como un estímulo.
Ambos cuerpos sudando y frotándose contra el otro; no me cansaré de decir que esto es lo que andábamos buscando en una persona. JiMin empieza a tener espasmos, estamos tan sólo a unos minutos de llegar al éxtasis total.

—¡JiMin!

La puerta se escucha dar contra la pared, asustados nos aferramos al otro. Viendo a MinSoo de pie en la puerta toda excitación queda en un segundo plano; no creo que ella únicamente sea quien está pálida.

Adoptado (Kookmin) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora