Capítulo 5 💛

37K 1.6K 232
                                    

Cariza

Llevo viviendo una semana con Arthur, y lejos del amor de mi vida, como podría olvidarme de Maximiliano si cada día recuerdo sus besos con ternura, su amor puro y sincero diciendome cuanto me ama. Cierro los ojos y lloro en silencio mientras que los brazos de Arthur rodea mi cuerpo.

—¿Por qué lloras o por quien lo haces?—Trago saliva con miedo, un nudo se forma en mi garganta sin saber que responderle.

—No estoy llorando— respondi tartamudeando.

Arthur me hace girar el cuerpo y verlo de frente, sus ojos verdes amarientos me inspeccionan, tengo miedo de que me trate de golpear.

—Lloras por ese tipo ¿Cierto?—Niego rápidamente, sería capaz de decirle que sí, pero temo que me maltrate—Duerme—Replica con voz dura. Cierro los ojos reprimiendo las lágrimas que amenazaban con salir, me dejó llevar por el sueño.

Abrí los ojos al sentir la claridad del día filtrarse por los grandes ventanales. Observo a Arthur el cual esta dormido profundamente, me levanto y veo la hora en el reloj que adorna en la mesa de cristal que está en medio de los dos sofás.
Las 6:30 a.m. entró a la ducha y me baño, el agua es fría pero no importa ya que mi corazón se está tornando frio, froto el jabón en todo mi cuerpo, aplico champo en mi cabello rubio, al finalizar me pongo el albornoz en mi cuerpo y una toalla en mi cabello.

Me visto con un vestido de tiras color negro con volante y sandalias de piso color negras. Dejo mi cabello suelto y me aplico perfume con aroma a vainilla.

Miro mi reflejo en el espejo que está pegada en el armario. Desde ahora en adelante mi color favorito será negro, ya que mi vida se tornó gris y negra. Aun que creó que estoy exagerando un poco.

Antes de salir de la habitación, busco entre mis cosas la cámara, de seguro mamá me la ha puesto, deseo tomar fotos del paisaje y luego pintarlas, bueno si es que algún día logro volver a pintar. Un suspiro lastimero sale de mi boca

¿Cómo viviré al llegar a la capital? Que mentira les diré a mis dos únicos amigos. ¿Cómo lo tomara Maximiliano cuando me vea con otro hombre? Será posible que pueda hacer algo para escaparme e irme con el amor de mi vida.
Tantas preguntas rondan en mi cabeza. Pero ninguna podría responder a mí misma.

—Buenos días señora, que desea desayunar—Pregunta Carmen con amabilidad.

—Lo que sea está bien de ingerir—Miento ya que mi estómago rechaza varias comidas. Soy tan rara.

—El señor nos ha dicho que usted no suele comer cualquier cosa.

Fruncí las cejas, como ese sujeto sabe que no ingiero cualquier tipo de comidas, es un tanto misterioso, como demonios conoce de mí. Esto es peor de lo que pensé, me asusta.

—¿Señora, se encuentra bien?

—Eh si, si haga lo que sabe...

Asiente sonriente, salgo de la cocina dirigiéndome hacia afuera y varios hombres armados están rodando este lugar. Si pudiese escapar lo haría.

La chica que se acuesta con Arthur, sale de una de las casetas y detrás de ella un tipo algo joven. Ellos ríen y se besan, Será zorra.

Me quedo de pie en el barandal, tomando varias fotos mientras aprecio el aire de la mañana, las aves cantando, los gallos chillan, los perros ladran. El lugar es agradable, pero con un dueño que la hace sentir terrible e irracional.

Unos brazos rodeando mi cintura me hacen reaccionar.

—¿Te asusta los brazos de tu esposo?—Pregunta Arthur con algo de enojo.

ESPOSA MÍA. (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora