-¡vamos!- revolotee en el bolsito y cuando las saqué se me cayeron -¡Mierda!
Al agacharme la lluvia dejo de mojarme, en el reflejo negro de mi auto vi unos zapatos negros y un pantalón del mismo color. ¿Cole había salido? Tomé las llaves y me di la vuelta para agradecerle. Cuando lo vi tan cerca de mí instintivamente retrocedí. Y él me siguió con el paraguas acercándose más.
Sus ojos verdes estaban acompañados de ojeras pronunciadas, su barba comenzaba a crecer y por primera vez no iba afeitada a la perfección. La gabardina, los pantalones y la corbata eran lo que más se veía pulcro. Mi respiración ya era irregular por el frío.
-Toma- extendió un saco para mí – Siempre traigo uno en el carro-
-Gracias- lo acepté porque en verdad tenía frio, me lo puse.
Se sintió tibio de forma inmediata pero no duraría mucho tiempo así, mi vestido estaba mojado y pronto lo humedecería. Nicolae me apresuró
-Vamos, abre- con manos temblorosas apreté el botón.
Nicolae dejó de cubrirme y rodeo el auto ¿A caso se iba a subir? Aun temblorosa cerré la puerta y en efecto, él también la estaba cerrando. No pude evitar verle con desconcierto.
-¿Q- que haces?- encendí el auto y los limpiaparabrisas comenzaron a hacer su trabajo
-Trato de arreglar las cosas Eva- me miró y me sentí pequeña, su mirada era penetrante
-No es necesario- suspiré y prendí la calefacción
-Sí que lo es, aún si no quisieras escuchar cómo me siento por ti necesito que aceptes mis disculpas- su rostro reflejaba dolor –Necesito que me escuches-
Solté el volante y me recargué en el asiento con mis ojos cerrados. –Te escucho-
Se relajó notablemente y comenzó –Perdóname, no debí de burlarme de... inhaló y exhaló – estuvo mal lo que dije ese día por teléfono- me miró arrepentido
>>Al día siguiente de lo que pasó con Jean el doctor nos informó que mi niño tenía Cáncer en el estómago –abrí mis ojos y lo vi viendo al frente – tiene- rectifico – ya es algo que ha dañado sus órganos y – tragó en seco, yo estaba boquiabierta – no había mucho por hacer, claro que no iba a darme por vencido. Es mi hijo, habría algo que pudiera hacer así que fui a la clínica de la veinticinco –me miró brevemente antes de continuar – para pedir informes, estaba decidido a encontrar el mejor tratamiento, no importaba si ese tratamiento era al otro lado del mundo. Yo lo llevaría.
Me asustó que hablara en pasado, temí lo peor.
>>Fue cuando te vi entrar. Al principio pensé que estaba imaginando cosas, que me sentía culpable por no haber hecho nada con Claudia mientras estabas ahí. Así que no tomé importancia, cuando no me dieron una respuesta que me convenciera sobre la situación de mi hijo salí enojado y frustrado. Pasé por la sala de nuevo, esta vez estaba seguro que eras tú y escuché que el hombre con el que estabas te decía que ya no te dejaría ir, que estaba enamorado de ti desde bachiller así que asumí era Cole. No lo creía, seguí con mi camino cuando escuché tu voz diciéndole lo emocionada que estabas por él pensando en matrimonio y tu grito agudo de alegría lo confirmó.
Estaba sin palabras, ¡Todo por eso! Negué molesta.
>> Soy un hombre muy celoso, te lo dije y eso me hizo perder el control de todo. Me sentía impotente por no poder salvar la vida de mi hijo y me sentía frustrado por pensar que había conocido a la mujer que probablemente pasaría las navidades conmigo y con mi hijo – negó con tristeza – No podía entender cómo me habías hecho creer que te gustaba, no me dijiste de tu enfermedad y después te ibas a casar. Soy un hombre que tiene casi todo lo único que falta en mi vida son mujeres sinceras y contigo fue distinto aún si ese era tu trabajo, si tenías que sonreírme cada vez, me tomó meses ganarme tu aprecio como cliente y después de escuchar todo eso me enojé tanto, luego te dije todas esas cosas horribles, jamás debí decírtelas, no me puse en tu lugar y estoy tan arrepentido.
ESTÁS LEYENDO
Siempre Yo [18+] TERMINADA
Teen FictionCuando Nicolae, su cliente mas difícil, la invita a salir se enfrenta a un mar de emociones que no sabe controlar, el miedo a morir y la excitación la llevarán a hacer cosas que nunca había hecho, logrando meterse entre las sabanas del hombre más a...